En esta época estival, la gran mayoría de nosotros tendremos nuestras más que merecidas vacaciones, y por supuesto todos sufriremos en mayor o menor medida, ese mal llamado «estrés post-vacacional» a la vuelta al tajo, cuando en realidad sería «Con lo agustico que estaba yo en la playa, quién me mandará volver al currele». Bueno, pues algo así, sufrirán este martes los ciclistas en el Tour de Francia.
Después de una primera parte (nueve días para ser exactos) de una intensidad desmedida de ciclismo, donde ha pasado de absolutamente todo, los ciclistas llegaron este lunes a la tan ansiada primera jornada de descanso. Pero como a nosotros, a estos de las bicicletas, también les pasa eso de, «qué largo se hacen los días de trabajo, y qué cortas son las vacaciones», y la jornada de descanso habrá pasado como un abrir y cerrar de ojos, y antes de que tengan tiempo de relajarse estarán de nuevo encima del sillín dándole a los pedales como si no hubiera un mañana.
Encima, si ya es dura la vuelta, lo es mucho más cuando tienes que afrontar el primer día serio de montaña, con el final inédito a La Pierre-Saint-Martin, todo un Hors Catégorie, el primero de este año. Llegamos a los Pirineos, donde esperan tres días de auténtica agonía para todos los que han logrado llegar a estas alturas del Tour sanos y salvos, que visto lo visto no es poco, y donde sin duda comenzará a aclararse la carrera, separando el grano de la paja, y donde muchos querrán poner a prueba al líder consolidado, Chris Froome. El primer toque de entidad de esta edición, como decimos, tendrá la salida en Tarbes para cubrir 167 kilómetros, en busca de una de las más famosas estaciones de esquí de los pirineos franceses, La Pierre-Saint-Martin.
Podemos señalar esta jornada como una etapa «unipuerto», ya que hasta pie de la última ascensión, la jornada será bastante plácida, a pesar de haber otras tres cotas puntuables, pero de muy poca entidad, que seguro permitirán caminar a una fuga. Eso sí, el postre será muy duro. Puerto, La Pierre-Saint-Martin, que verá finalizar la Grande Boucle por primera vez en su historia, aunque ya pasó por aquí en el 2007, año en el que Contador ganó su primer Tour, en la 16ª etapa en busca del Col d’Aubisque, encaramándose por su otra vertiente, donde el colombiano Mauricio Soler pasó en primer lugar por su cima, consiguiendo unos puntos muy valiosos que a la postre le valieron para ser el mejor escalador en Los Campos Elíseos. Estamos ante un puerto bastante largo, con 16,5 kilómetros, pero también con rampas duras, ya que tiene una media del 7,4%, pero con kilómetros enteros a más del 10% de desnivel. Los primeros 10 kilómetros son brutales y sin duda podrán marcar grandes diferencias, con los últimos 5 ya bastante más suaves.
Será muy complicado ver triunfar la fuga, ya que al ser el primer día de montaña, los gallos tendrán ganas de mojar, además de no contar la etapa con suficiente dureza como para poder llegar con mucho margen con el pelotón a pie de la última subida, que además se trata, como hemos visto de una ascensión muy dura, a la que hay que llegar con muy buenas piernas para poder hacer frente.
Sin duda, será la primera gran oportunidad de ver en combate en la montaña a los 4 fantásticos, con Froome pudiendo estar más a la expectativa, pero con Contador, Nibali y Quintana, especialmente estos dos últimos, debiendo empezar a recortar tiempo si quieren tener opciones. Veremos también el papel de los Tejay Van Garderen, que ha demostrado llegar en un gran momento a este Tour, y aquí será el momento de rubricar lo dicho por el mismo Froome, que lo ve como el rival más peligroso, y por supuesto tener en cuenta al propio Thibaut Pinot, que seguro tendrá muchas ganas de reivindicarse y soltar toda la rabia que sin ninguna duda tendrá acumulada después de una primera parte de Tour un tanto calamitosa.
Estamos ante la etapa, que aunque suene a tópico, no servirá para ganar el Tour, pero sin duda, al acabar ya sabremos quién lo habrá perdido, ya que casi 16 kilómetros de ascensión y de la dureza de este puerto, sobre todo en su primera parte, al que se le atraviese, le caerá una minutada importante.