Aunque con 127,5 km previstos inicialmente, finalmente fueron 135 sobre los que se disputó la tercera etapa del Giro Rosa, con inicio en Curtatone y final en Mantova. En ella, un grupo de nueve corredoras llegó destacado a la línea de meta, con la neerlandesa Lucinda Brand (Rabobank-Liv) ganando el reducido esprín por delante de dos corredoras de la casa: Valentina Scandolara (ORICA-AIS) y Elena Cecchini (Lotto Soudal). Annalisa Cucinotta (Alé Cipollini) fue décima, dando tiempo al pelotón, que cruzaba meta a 1:15 de la vencedora, mismo tiempo en el que entró la maglia rosa Megan Guarnier (Boels Dolmans).
La primera escapada que realmente alcanzó márgenes considerables fue la de la australiana Lizzie Williams (ORICA-AIS), que con 28 km recorridos se movía y alcanzaba una renta máxima de 1:22, aunque a un kilómetro de coronar el único alto puntuable del día fue cazada. Se abría entonces una nueva carrera marcada por el intenso calor de las carreteras italianas (36 ℃), y en mayor o menor medida eso marcó lo que sucedería de ahí en adelante.
Nueve corredoras se destacaron a poco más de 50 km de meta, y el pelotón les dejó hacer. Se trataba de Lucinda Brand (Rabobank-Liv), Mayuko Hagiwara (Wiggle Honda), Valentina Scandolara (ORICA-AIS), Małgorzata Jasińska (Alé Cipollini), Elena Cecchini (Lotto Soudal), Loren Rowney (Velocio-SRAM), Claudia Lichtenberg (Liv-Plantur), Chiara Pierobon (Top Girls Fassa Bortolo) y Daiva Tuslaite (Inpa-Sottoli-Giusfredi), que cogieron una distancia máxima de 4:48 sobre el pelotón cuando restaban 42 km por disputarse.
La diferencia fue cayendo paulatinamente por el trabajo de tres bloques en el pelotón: Bigla (sin representación en la fuga), Boels Dolmans y Velocio-SRAM, pero lo máximo que pudieron recortar fue hasta el minuto con quince segundos, con Brand ganando por delante tras haberse quedado dos días antes con la miel en los labios, segunda.