Hace 10 años se produjo por última vez, al menos hasta el momento, la machada de que un corredor llegara hasta la meta escapado en la última etapa del Tour de Francia. Fue Alexander Vinokourov ese ciclista que burló al control del pelotón y alzó los brazos en los Campos Elíseos. 10 años después de aquello, y unas horas antes de la llegada de esa última jornada del Tour, las protagonistas eran las chicas, la protagonista era, en concreto, Anna van der Breggen (Rabobank-Liv). En una La Course by Le Tour muy movida y peligrosa por la lluvia que caía sobre el asfalto parisino, la de Zwolle lo lograba. A 6 km de meta, La Plebeya, como así se la conoce en Parlamento Ciclista, lanzaba su ataque para acabar cruzando la meta sola. A lo grande, A lo Vino.
Pero retrocedamos hasta el inicio de La Course. 13 vueltas por delante de 6,85 km, y la cosa no empezaba especialmente bien. En el primer giro ya se fue al suelo la primera tanda de corredoras, con innumerables corredoras afectadas. En los siguientes kilómetros, más caídas provocaban un corte en el pelotón, reducido a pelotín, que se quedaba en tan solo 35 ciclistas. A 57 km de meta se reagruparon los dos primeros pelotones, que habían mantenido una pugna a 15 segundos de distancia, y en ese momento unas 60 corredoras tomaron la cabeza.
A 45 km del final, la excampeona australiana Gracie Elvin (ORICA-AIS) saltaba del pelotón, logrando coger una renta máxima de tan solo 15 segundos. Durante esa escapada, por detrás Shelley Olds (Alé Cipollini) se iba al suelo mientras Boels Dolmans trataba de cazar a una Elvin que a 38 km de meta fue neutralizada. Su compañera Lizzie Williams, junto a Floortje Mackaij (Liv-Plantur) formaron el siguiente conato de fuga, aunque duraron en el frente solo 3 kilómetros, por el gran empuje de Rabobank-Liv.
Otra montonera a 23 km de meta, en la que Lucy Garner (Liv-Plantur) y, sobre todo, Séverine Eraud (Poitou-Charentes.Futuroscope.86) se veían muy afectadas, fue la última gran caída que se vio. La preparación para el esprín se olía, pero de nada valió, al menos en la pelea por la victoria. A 6 km de la llegada, Anna van der Breggen (Rabobank-Liv) lanzaba su ataque, manteniendo un pulso brillante con el pelotón, que desesperado no lograba recortar tiempo para acabar entrando a meta justo a rueda de la neerlandesa, con Jolien D’hoore (Wiggle Honda) segunda y Amy Pieters (Liv-Plantur) tercera. Previamente, en la pancarta de 1 km, se iba al suelo la misma que el año pasado en, exactamente, el mismo punto. Un amargo adiós de la campeona del mundo Pauline Ferrand-Prevot (Rabobank-Liv) a una carrera en la que quería rendir los máximos honores a su arcoíris. Pese a la caída, entró a meta sonriente por la victoria de su compañera Van der Breggen, en la que fue la segunda victoria de RaboLiv en dos ediciones de La Course.