En esto de la lucha contra el crono los pronósticos pocas veces fallan y hoy, la penúltima jornada del Giro Rosa fue un buen ejemplo de ello. 21,7 kilómetros cronometrados, muy duros, para unir Pissano con Nebbiuno, y ahí la holandesa Anna van der Breggen (RaboLiv) no encontró rival, parando el reloj en 36:05, para llevarse una etapa, que ya había rondado varios días de esta edición y además birlarle la maglia rosa a Megan Guarnier (Boels-Dolmans), que era segunda, pero se dejaba 1:03 en meta con la holandesa.
Las tres primeras clasificadas y últimas en tomar la salida, Guarnier, van der Breggen y la sudafricana Aslheigh Moolman (Bigla), fueron las dominadoras también en el día de hoy, pero la neerlandesa, en el que es sin duda su terreno, se mostró mucho más fuerte que sus principales rivales en todo momento y cada uno de los puntos intermedios, por donde fue mejorando poco a poco sus régistros, para acabar rebasando a ambas en la general, y situarse líder, a falta de la última y decisiva jornada de mañana, con 46 segundos sobre la norteamericana y 1:15 sobre la de Bigla.
Y todo, esto deja una carrera bastante abierta de cara a mañana, en una última etapa, la reina de esta edición, con el único final en alto de este año en San Domenico di Varzo, tras 92 kilómetros con salida en Verbania. Mañana tendremos nueva campeona del Giro.