Si nombramos a Hilario Arias, la mayoría de los que estáis leyendo estas líneas, os quedaréis como estabais. Pero sin duda, su historia merece la pena. Hilario, vecino de León, es uno de esos héroes anónimos, que con un gesto, con su esfuerzo y su entrega, por un motivo muy concreto, busca cambiar un pedacito de este mundo, y por algo que muchos podréis comprender a la perfección: Porque ante todo, es Padre.
El gesto, es muy simple recorrer los más de 300 kilómetros que separan León y Santiago de Compostela, como se hizo toda la vida, sin salirse ni un metro del Camino, en su mountain-bike y todo ello en menos de 24 horas. El esfuerzo y la entrega creo que no merece detallarla, todos la suponemos ante tal encomienda. El motivo, única y exclusivamente divulgar y dar a conocer su caso, pero que a la vez habrá afectado, estará afectando en estos mismos momentos y afectará a tantas y tantas de personas. Esta es su historia.
El año pasado, Hilario afrontaba con su hijo la parte final del Camino de Santiago saliendo del alto del Cebreiro, es decir completar la parte gallega del Camino, siendo alrededor de unos 160 kilómetros. Hasta ahí todo podría parecer normal, pero es que su hijo, Brais, apenas contaba por aquel entonces con 5 años, y ni corto, ni perezoso se subió a su «mini-bicicleta» para afrontar un reto que a muchos adultos les hace simplemente temblar de pensarlo. Brais, aparte de ser un chico fuerte y muy «cabezota» (tiene que serlo por fuerza para llevar a cabo una cosa así a su edad), es CELIACO. Esa enfermedad que afecta a tanta gente que todos conocemos, y que parece que aún estando ahí, la mayoría de los mortales no le damos ninguna importancia, pero que para quien lo sufre y sus seres más cercanos es una batalla constante por el exhaustivo control que hay que tener con la alimentación.
Con todos estos ingredientes apareció la llama que dio vida a este reto. Durante esos días de aventura con su hijo, Hilario, se dio cuenta de lo complicado que se hacía el día a día en el Camino para alguien que sufre un problema como el de su familia, ya que en la práctica totalidad de los hospedajes, albergues y restaurantes situados en el Camino, no se tiene en cuenta un factor como este, el de poder ofertar la comida Sin Gluten, y no nos cabe duda que no han sido, son y serán los únicos que con esta enfermedad completaron el Camino de Santiago.
Una vez de vuelta, y conseguido el objetivo de padre e hijo, al exponer el problema con el que se habían encontrado a sus amigos y personas cercanas, estos incentivaron la idea de poder realizar algo, por aquel entonces no se sabía todavía bien el qué, para llamar la atención de las Instituciones y que el Camino de Santiago, si ya es una lucha diaria para cualquiera, pudiera dejar de tener más trabas para quienes tienen problemas como el de Brais.
Unos meses después, esa idea ya ha cogido forma y apenas 48 horas faltan para que cobre vida. La salida será este próximo viernes, a las 10 de la noche desde la Catedral de León, para afrontar cerca de 320 kilómetros, en menos de 24 horas y superando más de 5000 metros de desnivel positivo, y con el acicate de que se llevará a cabo por camino, lo que hace que la velocidad que se puede imprimir sea mucho menor. Pasar por el Foncebadón completamente de noche (aquí el descenso sí se hará por el tramo de carretera para evitar cualquier tipo de incidente desagradable ya que «sin ver» por el propio camino sería bastante peligroso), para después afrontar en la segunda parte, las dos subidas más duras del Camino del Cebreiro y Poio, donde, por sus estimaciones, se deberá pasar ya en la mañana del sábado, y acabar poco a poco con la kilometrada y esos continuos repechos «tipical gallegish», llegando en la tarde-noche a la Plaza del Obradoiro.
El objetivo es totalmente altruista, no se busca un dinero, una recaudación, unos fondos benéficos, sino simplemente intentar dar la mayor difusión posible al problema, una difusión que todos y cada uno de nosotros podemos ayudar a realizar. Con el apoyo sobre todo de ACECALE (Asociación de Celiacos de Castilla y León) y ACEGA (Asociación de Celiacos de Galicia), lucharán para que todo esto llegue a las Instituciones pertinentes para que se hagan eco y puedan poner las soluciones necesarias, para que el día de mañana cuando Hilario quiera volver a repetir con Brais la experiencia, no tenga que buscarse la vida todos los días para realizar un hecho tan básico para cualquiera como es el alimentarse.
Pero Hilario no estará solo, le acompañarán otros tres Grandes como Javier Pérez Elorrieta (buque insignia del prestigioso Grupo Fisioclínicas en León), Valentín Ayer, más conocido como «Tino» (futbolista que llegó a la élite jugando en Sporting de Gijón y Mallorca, y también fisioterapeuta en la actualidad) y Raúl Lazo (deportista reconocido en León y entrenador deportivo), a los que en diferentes puntos del recorrido se irán uniendo otras personas como Omar Alonso y Daniel Mayoral. También, resaltar las figuras de Quini y Hector que serán los encargados de dar cobertura y seguimiento a los deportistas durante toda la aventura, o Cristian Martínez, siendo uno de los megáfonos más importantes para dar a conocer todo este acontecimiento. Además, de contar con el apoyo de empresas, principalmente leonesas, que de una u otra manera han brindado su ayuda a estos cuatro «locos», pero benditos «locos», como con Grupo Fisioclínicas, Tortugas Trail León, Bicicletas Robles, Bikes Cerezo, Deportes Chorco, Ricardo Amigo Peluqueros, Deporte Profesional, Ultreia, Activity Center y el Ayuntamiento de Valverde de la Virgen.
Desde El Pelotón, nuestro granito de arena, será intentar ayudar también a que a todos vosotros llegue su reivindicación. Hablaremos con Hilario, y os mostraremos de primera mano, a través de sus palabras todo lo referente a este proyecto. El viernes y el sábado a través del twitter nos volcaremos en dar a conocer el «minuto y resultado» de su aventura, y lo que os pedimos es que nos ayudéis a darle el mayor bombo posible. Su historia nos ha conmovido y el hecho por el que se lleva a cabo nos parece que merece la pena este pequeño esfuerzo comparado con el que tendrán que hacer ellos, por lo que todos juntos buscaremos intentar hacer realidad el sueño de Hilario, y sobre todo el sueño de Brais: #PORUNCAMINOSINGLUTEN
No nos cabe duda, que estos «cuatro mosqueteros leoneses» merecen toda nuestra admiración y reconocimiento, y desearles que esos 300 kilómetros se les hagan lo más llevadero posible, porque sin duda en este caso, en la mochila de peregrinos llevan al Apóstol Santiago un deseo, que de verdad, merece la pena que sea escuchado y realizado. Es increíble que Brais, a sus seis años haya generado ya todo esto, pero es que es que la fe de un Padre mueve montañas, y en este caso Hilario pasará rodando por ellas. ¡Suerte!
– Por si nos hemos dejado alguna cosa en el tintero, toda la información necesaria de la propia mano de Hilario Arias, la podéis encontrar en el blog del Equipo Leonés de Trail Runners: Tortugas Trail León.