Ion Izagirre ha vivido un Giro de Italia “para olvidar”, “no he cumplido las expectativas”, reconoce autocrítico el corredor del Movistar Team, cuando tres semanas antes acudía con el objetivo de luchar por un puesto entre los diez primeros y ser protagonista, o al menos luchar por ganar una etapa –fue 7º en Vicenza y 11º en Campitello Matese y 27º en la General final-. El ciclista guipuzcoano, de 26 años, quería dar un paso adelante en su carrera y no ha podido en un Giro “cruzado” desde el principio hasta el final.
A su regreso a casa, Izagirre quiere “desconectar” y mira ya a lo que resta de temporada que para empezar sigue con el Tour de Suiza y los Campeonatos de España donde defenderá su título del año pasado.
¿Cuál es su balance del Giro de Italia?
Tengo que ser realista y no he cumplido las expectativas y tampoco he acabado contento con lo que he hecho. Sí que como equipo hemos dado un buen nivel, con la victoria de Beñat (Intxausti), el maillot de Visconti y el cuarto puesto de Amador. Estamos contentos y Eusebio (Unzué) y el staff nos han felicitado por los resultados y por la unión del equipo. Pero personalmente teniendo el objetivo de entrar en el top ten, o si no se podía, intentar optar a alguna victoria parcial, no he estado ni cerca de eso. Ha sido un Giro para olvidar.
Desde la distancia, da la sensación de que ha sido un Giro extraño.
Sí, porque quizá no he llevado una constancia. El día de La Spezia (4ª etapa), por el calor o el no comer, perdí bastantes minutos. Después, en la etapa que ganó Beñat, en Campitello Matese (8ª), me vi con las más fuertes y me llené de moral. Sin embargo, llegaron otras días que flaqueé, y por eso ha sido un Giro extraño. Hasta la crono (14ª) era 16º y faltaba lo más duro y tenía esperanza de darle la vuelta a la tortilla. La cabeza también juega de otra forma cuando no ves tan adelante. Y al final ha salido todo un poco al revés.
Tampoco faltaron las caídas…
La primera caída fue en Jesolo (13ª), el día en que Contador y Porte perdieron tiempo, y sí que me dejó tocada una costilla. En la etapa de Aprica y Mortirolo (16ª), un coche de otro equipo me golpeó, fue un golpe seco, aunque yo creo que no me afectó al resultado. Pero no son excusas.
Incluso llegó último en la etapa de Cervinia (19ª)…
Ese día sí que iba sicológicamente tocado. Iba atrás en el grupeto y veía que incluso sufría con los velocistas, iba cruzado y casi llegué fuera de control…
Como dice, no ha cumplido las expectativas pero la temporada sigue.
No se acaba el mundo. Tenía claro que podía pasar esto, si bien no te haces la idea. Me veía bien y el reto era realista pero al final no ha salido. Espero que al menos el ritmo del Giro nos venga bien para las próximas carreras.
¿Cómo se va a tomar las próximas semanas? ¿Cuál es su siguiente calendario?
Ahora se trata de desconectar un poco; hacer borrón y cuenta nueva, olvidar esto y empezar de cero poco a poco. Mi siguiente carrera será Suiza. No he visto el recorrido pero suele ser dura, con puertos exigentes y cronos. Me gusta, puede ser una buena carrera para mí. Y después están los Campeonatos de España –es al actual campeón en línea- antes de un pequeño descanso. La Vuelta a España no está en los planes, disputaré vueltas y clásicas como San Sebastián, Polonia, Burgos, Francia, Canadá…