Llegaba con el aroma de ser el gran rival de Alberto Contador en este Giro de Italia, aunque algunas voces críticas decían que iba a ser mucha carrera para él. Pues tras dos semanas de competición esas voces se impusieron y en la segunda jornada de descanso se confirmó la despedida de Richie Porte de este Giro de Italia.
Ya lo anunciábamos tras el final de la crono, que el australiano de Sky se estaba planteando dejar la carrera italiana, para comenzar a mentalizarse en los próximos objetivos, al verse completamente superado en tierras transalpinas, y comprobar como su compañero Leopold König ha acabado rebasándole sin apenás tiempo para decir nada.
Y nada, podemos decir de la gran temporada completada hasta la fecha por Porte, con sus triunfos en el campeonato nacional australiano contra el crono, etapas en el Tour Down Under y Algarve, y las generales de Paris-Niza, Cataluña y Trentino, pero sin duda, el Giro le ha quedado muy grande.
Y no nos cabe duda que al «aussie» no le ha acompañado para nada la suerte en esta carrera, donde hasta el décimo día se mantenía en la pelea situándose en tercera posición a tan solo 22″ de Alberto Contador, pero en esa jornada con final en Forlì, un pinchazo a 5 kilómetros de meta tiraba todo al traste. Primero porque se dejaba 50″ en la meta al no poder volver a enganchar con el pelotón tras el pinchazo, y sobre todo por la controvertida sanción de 2 minutos que se le impuso al aceptar la rueda de un ciclista «amigo», aunque ajeno al Sky, como Simon Clarke del Orica-GreenEdge.
Este hecho parecía dejarlo muy tocado, y la comprobación la vimos el pasado viernes, en donde en una multitudinaria caída a 3,2 kilómetros de meta, el australiano tardó un mundo en volverse a montar en la bicicleta y se dejó prácticamente toda opción. Ese «pasotismo» suyo se contraponía con otro afectado en esa caída como el propio Alberto Contador, al que le faltó tiempo para arrebatarle la bicicleta a su compañero Tosatto y perder así el menor tiempo posible. Posteriormente lo sucedido en la crono donde no fue ni su sombra, y ya el postre en Madonna di Campiglio donde llegó a casi 30 minutos del vencedor Mikel Landa, fue ya la puntilla para acabar tomando esta decisión.
Quizás la próxima vez será la suya. Por ahora, solo podemos decir que Richie Porte es un grandísimo ciclista para carreras de una semana y apoyar a un gran «capo» en las grandes vueltas, el que tome él la responsabilidad de una, ya son palabras mayores.