Jan Polanc (Lampre-Merida) se ha llevado una impresionante victoria en la quinta etapa del Giro de Italia con la llegada al puerto de Abetone. De esta manera el esloveno hacía que la historia de ayer con Davide Formolo (Cannondale-Garmin) se repitiese, y de nuevo otro jovencito hacía reinar la fuga, en el que ha sido el primer final en alto de esta edición, de donde además Alberto Contador (Tinkoff-Saxo) sale vestido de Rosa.
La etapa de 152 kilómetros que salía de La Spezia, donde ayer pudimos contemplar una de las entregas más auténticas de ciclismo de los últimos tiempos, nos dejaba la fuga formada por Axel Domont (Ag2r La Mondiale), Serghei Tvetcov (Androni Sidermec ), Silvan Dillier (BMC), Sylvain Chavanel (IAM) y el propio Jan Polanc, que pasaban por el puerto de tercera, Foce Carpinelli, con más de 10 minutos de ventaja, aunque a pie de la última subida ya solo contaban con poco más de 4 minutos. Hasta ese momento, el entendimiento fue bueno entre los seis, pero al ver como la diferencia se reducía drásticamente los nervios salieron a relucir, y en las primeras rampas ya cada uno fue a lo suyo.
Domont fue el primero en intentarlo, aunque lo suyo fue una broma, para luego sucederle Dillier, al que tanto Chavanel como Polanc lograrían acabar llegando con bastante esfuerzo. A 10 kilómetros de la cima era Polanc el que cambiaba el ritmo, y este ya sería definitivo, ya que acabaría alcanzando la meta de Abetone con un minuto y medio de ventaja sobre un Chavanel, al que si la meta se la colocan 5 metros más adelante se habría quedado con un palmo de narices, al verse fuera del top3 de la etapa.
Y se habría quedado fuera, porque en esta parte final Astana, como hiciera en el día de ayer, se puso seria y se encargó de lanzar a dos de sus hombres, primero Diego Rosa, y posteriormente Mikel Landa, siendo este segundo el que sí que cobró distancia, esperando el ataque de su líder Fabio Aru. Mientras tanto a 5 kilómetros de meta el que comenzaba a perder metros era la maglia rosa, Simon Clarke (Orica-GreenEdge), lo que hizo que arrancaran las hostilidades entre los favoritos, y cuando todo el mundo estaba esperando el movimiento de Aru, era Alberto el que se anticipada a todos y saltaba como un poseso del grupo. Solamente el italiano y el australiano Richie Porte (Sky) lograban cogerle la rueda al de Pinto. El que de nuevo no podía estar con los mejores era Rigoberto Urán (Etixx-Quick Step) que no parece estar en su mejor momento.
De ahí, hasta el final era Mikel Landa el que llevaba el peso de los favoritos imponiendo un fuerte ritmo, mientras que en el grupo de los segundos espadas era Movistar, con Jesús Herrada, el que tomaba la responsabilidad en busca de que Giovanni Visconti y Andrey Amador, muy bien posicionados en la general, perdiesen el menor tiempo posible. A falta de 500 metros se movían los gallos en un sprint sin fin, en el que Aru se llevaba la palma, logrando acabar tercero a apenas un metro de alcanzar a Chavanel y haber sumado unos segundos de bonificación valiosísimos que le habrían valido para enfundarse el rosa. Contador y Porte entraban a la par que Aru, mientras que el grupo perseguidor donde entraban Cunego (Nippo-Vini Fantini), Atapuma (BMC), Hesjedal (Cannondale-Garmin) o el propio Amador, se dejaba otros 22 segundos hoy, con Urán entrando otros 6″ más tarde. Si esto pasa en un final con un puerto de segunda categoría, no me quiero imaginar lo que suceda si siguen así los ánimos en los Dolomitas.
Para mañana, tendremos tregua con la sexta etapa de 183 kilómetros entre Montecatini Terme y Castiglione della Pescaia, donde a buen seguro volveremos a ver a los hombres más rápidos pugnando por la victoria.