Nicola Boem (Bardiani-CSF) ha culminado una auténtica gesta al aprovechar la oportunidad y hacerse con la victoria en la décima etapa del Giro de Italia con final en Forlì. Entre los de la general, hoy el infortunio se fijó en Richie Porte (Sky), al que un pinchazo a 5 kilómetros de meta le hizo perder al final 47″ con respecto a la Maglia Rosa de Alberto Contador (Tinkoff-Saxo).
Una etapa la de hoy, que parecía no tener ninguna historia, completamente llana de 200 kilómetros con salida en Civitanova Marche, y que apuntaba a resolverse en Forlì con una nueva volata, pero hoy las matemáticas no funcionaron en los equipos de los sprinters. Cinco italianos como Oscar Gatto (Androni-Giocattoli), Alessandro Malaguti (Nippo-Vini Fantini), Matteo Busato (Southeast), Alan Marangoni (Cannondale-Garmin) y el propio Nicola Boem dieron color a la fuga del día, que a falta de 30 kilómetros se encontraron con las puertas entreabiertas de una posible victoria.
El entendimiento entre ellos fue perfecto, pareciendo en algún momento que todos ellos trabajaran al unísono como si de un mismo equipo se tratase, las cosas de los italianos y su querídisimo Giro de Italia. Mientras, por detrás se confirmaba el dicho de que las prisas no son buenas consejeras, y para cuando quisieron poner las máquinas a pleno rendimiento, la victoria ya se les había esfumado.
En esas entrábamos en los 10 últimos kilómetros, donde los pinchazos pasarían a ser los protagonistas. En primer lugar en la fuga donde a falta de 8 kilómetros, el que lo sufría era Gatto despidiéndose del posible triunfo, y posteriormente era Porte el que tenía que parar para subsanar el problema mecánico, y a pesar de que todo el Sky se ponía a trabajar para intentar reintegrarle en el grupo de Contador y Aru (Astana), acabaría dejándose en un día intrascendente un tiempo valiosísimo en la lucha por la general, permitiendo que Mikel Landa (Astana) pase a ocupar el tercer puesto.
En la lucha por la etapa, a falta de un kilómetro era Malaguti el que lanzaba el ataque buscando sorprender a sus compañeros de fuga, pero Boem, supo aguantar el tirón para finalmente acabar rebasándole en la recta final, y alzarse con la victoria, por delante de Busato y Malaguti, segundo y tercero respectivamente, otorgándole una victoria vital a su equipo Bardiani-CSF.
Mañana, día de mucho simbolismo con la llegada a la casa de Ferrari en Imola, en una etapa de 153 kilómetros donde apenas habrá un kilómetro llano, por lo que será muy complicado que los equipos de los sprinters puros puedan controlar la carrera, y más cuando los últimos kilómetros se basarán en un circuito donde se incluirá una cota como la de Tre Monti, que seguro dará espectáculo. Muy buen día para un corredor como Juan José Lobato.