La carrera alemana ha sido suspendida a primera hora de la mañana por las autoridades alemanas, que sospechaban que era el objetivo de dos presuntos radicales islámicos detenidos la pasada noche. En su apartamento se encontraron armas y una bomba de tubo, además de varios productos químicos con una gran capacidad explosiva.
Desde que se anulaban las carreras por las Guerras Mundiales, jamás se ha vuelto a parar una competición ciclista por una amenaza terrorista. Esperemos que este lamentable y aterrador hecho no vuelva a repetirse.