Las ganas de volar, la sensación de atravesar el límite y sentir la velocidad en cada poro de tu piel. Eso que sienten en su máxima expresión los jóvenes soñadores. Eso sintió hoy Alex Dowsett. El joven inglés de 26 años cumplió hoy uno de sus sueños de pequeño: batir el record del mundo de la hora. El natural de Balton (Reino Unido) veía con tan solo seis años como uno de sus ídolos de la infancia, Miguel Indurain, batía dicho record sobre su “Espada” una tarde de aquel 1994. Hoy, el discípulo se convirtió en maestro.
Tras haberse visto obligado a posponerlo a causa de una dolorosa fractura de clavícula mientras entrenaba con vistas al Tour Down Under, el contrarrelojista del conjunto Movistar tenía entre ceja y ceja el día de hoy. Con una minuciosa preparación, el inglés partía, sobre la madera del Velódromo de Manchester, a eso de las 14:00 con el objetivo de batir los 52,491 km que otro joven contrarrelojista, el americano Rohann Dennis (BMC), había establecido el pasado 8 de febrero.
Dowsett reguló a la perfección. Como si de una maquinaria suiza se tratara, el corredor de Movistar mantuvo un ritmo extraordinariamente constante durante los primeros 45 kilómetros, clavando prácticamente los registros de Dennis. A partir de ahí, y como si de un vehículo a motor se tratara, el inglés puso una marcha más. La velocidad aumentó ligeramente y vuelta a vuelta Dowsett distanciaba más y más a Dennis. Los últimos kilómetros estaban siendo simplemente perfectos y era evidente que el record no se le iba a escapar. Su esfuerzo fue siempre in crescendo y le permitió elevar el record hasta los 52,924 km.
Visiblemente emocionado, Dowsett reconoció que las ganancias económicas irán destinadas a la investigación y el cuidado de pacientes con dolencias raras. Un gesto que no hace más que engrandecer el, ya de por sí, enorme logro de este enorme ciclista.