Tras ver como en la etapa del sábado Julian Alaphilippe ganaba y desbancaba de la primera posición de la clasificación general a Peter Sagan por tan sólo dos segundos, la carrera quedaba abierta a tan sólo una etapa del final, la que contaría con un total de 105 kilómetros recorriendo las calles de Los Ángeles en California, buscando Sagan recortar la efímera distancia que el corredor del Ettix le llevaba en la clasificación.
Para arrancar la etapa, los encargados de mover la carrera eran Janse van Rensburg, Zepuntke, Pate, Trentin y Lampaert. Su intento de escapada, como no podría ser de otra manera quedaría anulado por parte del Tinkoff-Saxo, equipo que trabajaría en favor de Peter Sagan para que el ciclista eslovaco consiguiera bonificar un segundo en el sprint intermedio quedándose a tan sólo un segundo de Julian Alaphilippe, quien veía peligrar su liderato final en la carrera americana.
Con más tranquilidad y tras ser cazados los fugados, un nuevo grupo se movería en el pelotón, sería el formado por Manuel Senni, Joseph Lewis, Oscar Clarke y Jesse Anthony que abriría un pequeño hueco con respecto al pelotón, en el que el equipo Hincapie se encargaba de dificultar la tarea de los equipos de los esprínters en busca de la llegada masiva en la línea de meta.
A diez kilómetros para la línea de meta sólo Oscar Clarke estaría en cabeza de carrera con diez segundos de ventaja, una renta que sería facilmente recuperada por el grupo principal, en el que el esprint masivo no se podría evitar. Mark Cavendish cumpliría los pronósticos ganando la etapa con suma facilidad, y por detrás sería Peter Sagan el que terminando en la tercera posición bonificaría para llevarse la clasificación general, aventajando en tres segundos a Julian Alaphilippe.
Foto: Etixx – Quick Step