Tercer fin de semana de abril y ríos y ríos de tinta y cerveza comparten escenario. Holanda se convierte en la capital del ciclismo internacional. Valkenburg es el epicentro y su Cauberg la zona cero. Con sus 800 m de longitud y rampas cercanas al 12 % año tras año decide el vencedor de una de las carreras con más prestigio y menos trayectoria dentro del calendario internacional. Celebrada por primera vez en 1966, pasó inadvertida para los grandes ciclistas hasta que en 1989 fuera introducida junto con la Flecha-Valona y la centenaria Lieja-Bastoña-Lieja en la antigua Copa del Mundo, equivalente al actual World Tour.
Con casi 260 kilómetros, la Amstel Gold Race parece querer unirse al selecto club de clásicas que rozan esta inhumana distancia. Por si no fuera poco, los corredores deberán sortear por el camino los 34 muros que caracterizan el recorrido de esta prueba. Entre esta lista de cortas ascensiones, resaltan nombres como Kruisberg (rampa máx 17%), Eyserbosweg (rampa máx 18%) situados a 40 kilómetros de meta, el siempre demoledor Keutenberg (rampa máx 22%) a 30 de la línea de llegada y el decisivo y definitivo Cauberg. La ascensión, que parte de Valkenburg y que fue hasta 2012 la línea de llegada de la prueba, se encuentra desde entonces situada a casi 2 kilómetros de la actual meta.
Con tres triunfos en las últimas cinco ediciones, junto con el glorioso triunfo que Gilbert logró en el Mundial de Valkenburg del 2012, parece que el belga es sin duda uno de los máximos candidatos a alzarse con el triunfo. En 2014, el corredor del BMC volvió a demarrar, tal y como lo hiciera en aquella memorable aceleración que le valió el arcoíris, y nadie pudo pararle. Por detrás Valverde, Gerans y Vanendert sufrían con intentar seguirle. El desenlace estaba próximo y el triunfo tenía su nombre.
Pero para reeditar triunfo, el belga deberá verse las caras con los mejores clasicómanos del pelotón. Entre ellos, los españoles Alejandro Valverde y Purito Rodríguez. El murciano del Movistar acude a la carrera holandesa con el objetivo de completar el tríptico de las Ardenas tras haberse apuntado en dos ocasiones la Flecha Valona y la Lieja-Bastoña-Lieja. Con la mente puesta en la victoria se presenta también el catalán del Katusha, quien llega en un extraordinario momento de forma tras apuntarse la Vuelta al País Vasco firmando dos victorias parciales y una extraordinaria contrarreloj final. Pero la nómina de favoritos no queda ahí. El polaco Kwiatkowski, buscará volver vencer por primera vez vestido de arcoíris tras haberse alzado únicamente con el prólogo de Paris-Niza durante esta temporada. La retahíla de favoritos se extiende aún más con nombres como Bakelants, Nibali, Rui Costa, Simon Gerrans, Daniel Martin, Bauke Mollema o Van Avermaet que acudirá con el objetivo de ayudar a Gilbert a alzarse con su cuarto triunfo.
Mañana será día de ciclismo. De repechos. De cunetas repletas y de caravanas aparcadas. De dientes apretados y encadenados. Se sucederán los ataques y seguro que la emoción. Puede que gane el mejor o puede que gane el más inteligente, pero lo que es seguro es que quien gane brindará con cerveza.