Cuenta la leyenda que un 25 de abril de 1980 nacía en Las Lumbreras (Murcia) Alejandro Valverde. Un corredor de los que no quedan. Con esa dosis de ambición por ganar. Incluso tanta que a veces le ha traicionado y le ha hecho perder aquello que por piernas merecía. Pero hoy, nuevamente, no se le ha escapado.
Una semana después de que empezara la Volta, Alejandro pone fin a su participación con tres triunfos de etapa, una segunda posición final y unas piernas envidiables para la primavera de clásicas que afrontará en breves el corredor murciano. En la jornada de hoy, un valiente Movistar no dudó en marcar el ritmo de la etapa y buscar endurecer la carrera preparando un asalto al liderato del australiano Richie Porte. Las bonificaciones parecían claves y el de Movistar no dudaba en pelearlas. En el primero de los sprints intermedios, Valverde lograba bonificar dos segundos y colocarse así a 14 segundos del corredor del Sky. Sin embargo, una inoportuna fuga, formada por Arroyo (Caja Rural-RGA), Rutkiewicz (CCC) y Pedraza (Colombia) impedía al de las Lumbreras recortar más tiempo en el segundo de los sprints. La diferencia de los fugados fue disminuyendo progresivamente y fue finalmente con la ayuda de algunos hombres del Ettix-Quick Step cuando el pelotón comandado por el equipo Movistar dio caza a la fuga a 12 kilómetros para el final. Aprovechando el in pas, el irlandés del conjunto Cannondale-Garmin, Daniel Martin saltaba en una de las subidas a Montjuic buscando el triunfo de etapa. Su aventura duró tanto como Ettix y Movistar quisieron. El pelotón comandado por estas dos escuadras neutralizaba la aventura del irlandés a falta de 5 kilómetros.
Llegaba el momento de los ataques, y tras las intentonas de Diego Rosa (Astaná), llegaba el esperado ataque de Alejandro Valverde. A duras penas, y tras casi un kilómetro de persecución, Domenico Pozzovivo (AG2R) y el líder Richie Porte (SKY) alcanzaban al murciano. Con el grupo reagrupado, Dan Martin volvía a intentar marcharse, pero fue nuevamente cazado, esta vez a falta de 800 m.

Allí volvió a renacer el genio. Ese genio que dos días antes había ganado al mundo con su arrojo y valentía. Ese genio capaz de ganar bajo la lluvia cuando únicamente quería lanzar a su compañero. Ese genio de nombre Alejandro Valverde. En un sprint de especialistas, el murciano, lanzado esta vez por José Joaquín Rojas, se imponía al francés del Europcar Byran Coquard y al ruso del Katusha, ganador en Port Aventura, Chernetski.
Alejandro entraba de esta manera en el pódium de la Volta. Finalmente fue segundo, a cuatro segundos de Richie Porte y por delante de un sobresaliente Domenico Pozzovivo. El murciano se marcha de esta carrera con tres triunfos y un pódium que podría haber sido una victoria de no ser por esa inoportuna caída en la tercera jornada. Pero así es el ciclismo, y esta vez, el ciclismo decidió coronar a otro superclase, a Richie Porte.