«En cada carrera en Europa, incluso en una carrera no UCI, estás corriendo con las mejores del mundo», decía Megan Guarnier (Boels Dolmans) hace menos de una semana en CyclingTips. Indudable es, visto lo visto, que ahora la corredora nacida en Glens Falls hace 30 años es también parte de esas «mejores del mundo». Su Strade Bianche así lo avala, primera carrera italiana de la temporada, de categoría 1.1 y en la que se enfrentó a casi todas las rivales que encontrará durante el año en Europa. Llegando sola a meta tras una larga escapada en la que solamente ella pudo aguantar, la americana mostró su salto de calidad pegado ya atrás en 2014.
Controlando, los equipos más potentes quisieron hacerse visibles desde el primer kilómetro de la prueba. Rabobank-Liv, Velocio-SRAM y Alé Cipollini tomaron la cabeza del grupo grande en los primeros compases de carrera. Precisamente una corredora de RaboLiv era la primera en hacer su movimiento: Lucinda Brand, que sin embargo se vio absorbida por el pelotón para a los pocos kilómetros volver a atacar, en esta ocasión con Elena Berlato (Alé Cipollini). La aproximación a la primera zona de sterrato se vio marcada por el alto ritmo impuesto en el pelotón, que volvía en esos momentos a marchar reagrupado.
Poco podían hacer por irse en solitario las corredoras en las zonas no pavimentadas, por lo que fueron simplemente el ritmo y el polvo los que marcaron la tendencia de la prueba en esos tramos. De nuevo, Lucinda Brand trataba de coger tiempo, pero el fuerte empuje del gran grupo terminó por absorberla. Antes del segundo sector de tierra, Emma Johansson (ORICA-AIS) pinchó, poniendo fin a sus aspiraciones a ganar. Solovey, Van Vleuten, Olds, Armitstead, Guarnier, Majerus, Pavlukhina, Brand, Niewiadoma, Van der Breggen, Moolman, Amialiusik, Worrack y Longo Borghini conformaron la escapada buena del día, a la que se trataron de unir, sin éxito, Elena Cecchini, Gracie Elvin y Audrey Cordon.
De las 14 de la fuga, solo Guarnier junto a Armitstead, Longo Borghini, Moolman y Van der Breggen pudo mantenerse delante, si bien la americana atacó a 15 de meta para terminar llegando a Siena en cabeza, sin oposición, logrando vencer por delante de su compñera Lizzie Armitstead, que daba el doblete a Boels Dolmans, y de Elisa Longo Borghini (Wiggle Honda), tercera.