Imanol Erviti está llamado a ser el relevo natural de los grandes capitanes del equipo Movistar. Aprendió de Chente García Acosta, y cada vez tiene mayor protagonismo en carrera. Los compañeros le respetan y confían plenamente en este ciclista navarro. Tras la marcha de José Iván Gutiérrez, y con un Pablo Lastras cada vez más veterano, asume el papel de gregario de lujo para acompañar a los líderes en etapas difíciles e intentar que sufran lo menos posible la acción del viento.
La temporada 2015 será larga y exigente, por lo que ha empezado a competir en Mallorca. «El invierno ha ido tranquilo, sin sobresaltos». En principio correrá el Tour de Francia, para ayudar a Nairo Quintana en uno los grandes objetivos del equipo esta temporada. También está en la lista de La Vuelta, aunque como comenta entre risas, «ya sabes que esto no son matemáticas».
Siempre ha sido el hombre de confianza de Alejandro Valverde, pero declara que no tiene ningún problema en ayudar a Nairo: «he corrido mucho con él. No le acompañé en el Giro, pero sí he trabajado para él en otras carreras». No siente que vaya a ser un problema: «no me importa ni me es más complicado trabajar para uno o para otro. Me entiendo bien con ellos, y es fácil colaborar. Además, luego ellos saben rematar el trabajo muy bien, y es algo satisfactorio».
Erviti cosechó dos triunfos de etapa en La Vuelta a España, los que sin duda son sus mayores triunfos como profesional. Un corredor como él no suele tener muchas oportunidades, pero ha sabido aprovecharlas a la perfección: «Quiero estar con buen nivel. Nunca sabes qué día puedes tener la oportunidad, y el día que aparezca voy a luchar por el triunfo con todas mis fuerzas. Puede que no haya otra en todo el año».
«Pese a los fichajes y las bajas, el equipo varía poco. Mantenemos la base, incorporamos cuatro ciclistas de calidad, y no tengo duda de que van a asimilar rápidamente el funcionamiento del grupo. La mecánica que tan bien funciona, y que los que ya llevan una o dos temporadas tienen perfectamente interiorizada». En El Pelotón tuvimos la oportunidad de charlar con Imanol durante La Vuelta, tras la victoria de Alejandro Vaverde en La Zubia. La euforia por el maillot rojo del murciano se transformó en desilusión tras el abandono de Nairo por caída: «con una situación muy de cara, se nos complicó la carrera. Pero el grupo se rehízo. Plantamos batalla y logramos el podio». Y defiende el doble liderato de un equipo: «con dos espadas que se lleven tan bien, te puedes cubrir las espaldas. No sabes cómo se va a desarrollar la carrera, y últimamente hay muchas sorpresas con abandonos de favoritos».
Los compañeros de Movistar confían en Imanol, un ciclista que no falla y ofrece un apoyo fundamental en los momentos más delicados de la carrera. Un seguro de vida, que peleará por los intereses del equipo. Como él dice: «al final, esos intereses son los míos propios».