Dichosa caída, la que sufrió Nairo en la crono de la pasada Vuelta a España. Nunca sabremos si estaba en condiciones de luchar con Alberto Contador y Chris Froome por la general de la última grande del año. Pero de haberlo logrado, su temporada habría pasado de excepcional a estratosférica. Sea como fuere, el pequeño escalador colombiano consiguió la victoria final en el Giro de Italia, Tour de San Luis y Vuelta a Burgos. Además, cosechó grandes resultados en la Tirreno-Adriático y en la Volta. Un calendario reducido, selecto; pero muy bien aprovechado.
Con contrato hasta 2017, el equipo Movistar tiene en sus filas al que probablemente sea el mejor vueltómano de la prolífica “Generación de los 90”. El ciclista comienza a coger experiencia y confianza. Ya sabe lo que es la derrota, las caídas, correr a la contra, y sobrellevar el peso de la fama. De momento, puede decirse que ha superado todos estos factores adversos con nota.
Pocos corredores han conseguido plantarle cara, y aún menos le han ganado la batalla. Si tenemos que elaborar una pequeña lista con sus mayores adversarios, sin duda habría dos grandes nombres: Contador y Froome. Alberto, que se vio superado por el colombiano en su renquear durante el Tour de 2013, claramente se ha mostrado superior en duelos directos la pasada temporada. Muchos recordarán la durísima etapa de la Tirreno-Adriático, donde el español se marchó a por la victoria sin que Nairo pudiera siquiera responder al durísimo ritmo. Con Froome no ha tenido ocasión de medirse, ya que La Vuelta se presentaba como escenario ideal, pero el colombiano se bajó de la bicicleta antes de tiempo. No cabe duda de que estos dos colosos serán sus grandes rivales en el Tour de Francia. Parece confirmada la participación de todos ellos en la prueba ciclista más importante del año.
El calendario de Nairo estará centrado precisamente en la Grand Bouclé, y según ha anunciado correrá también La Vuelta a España. En ambas carreras estará acompañado por Alejandro Valverde. Escudero de lujo, esperemos. Ambos pueden formar una dupla interesante y repartirse objetivos. Para preparar su participación en el Tour, el colombiano disputará Tour de San Luis, Vuelta a Andalucía, París-Niza, Cataluña, País Vasco, tríptico de las Ardenas y Suiza. No defenderá la maglia rosa que logró en el Giro de Italia, pero el recorrido del Tour (con tan solo 14 km de lucha contra el crono) sin duda le ha seducido. El rendimiento sobre la cabra esta temporada ha mejorado, con resultados como el segundo puesto de Burgos. En la contrarreloj larga del Giro (42 km muy exigentes), firmó un digno 13er puesto; y logró la victoria con autoridad en la cronoescalada. En cualquier caso, no parece que vaya a ser un terreno donde Nairo se hunda y pierda grandes rentas. Aunque evidentemente, no es su fuerte.
De cara a controlar las carreras, y facilitarle el trabajo, en el equipo Movistar cuenta con compañeros como José Herrada, Igor Antón o Eros Capecchi, que ya desarrollaron una importantísima labor durante el pasado Giro de Italia. No podemos olvidarnos de Andrey Amador, John Gadret o Castroviejo, ciclistas de los que se espera que arropen y apoyen al líder.
No cabe duda de que Nairo Quintana debe ser el jefe de filas del equipo, y en él debe recaer el peso de conseguir los mejores resultados. Esto es algo que ya ha conseguido durante las dos últimas temporadas. Tal vez, falta que las victorias estén acompañadas de un compromiso y apoyo de todo el equipo. Eusebio Unzué ha declarado “no querer cargar toda la responsabilidad” sobre el joven corredor, por lo que es probable que en La Vuelta sea la carretera quien elija al líder.
Es el año en que debe consolidar su posición en este deporte, y demostrar que ha llegado un dominador en las Grandes Vueltas de cara a las próximas temporadas. Las miradas están puestas sobre él, solo falta que logre lo que cuando le vemos pedalear nos parece tan fácil: ponerse de pie, dejar a los rivales atrás, y ganar. Mucha suerte.