Ambicioso y agradecido. Así se muestra Andrey Amador ante la temporada que arranca, y en la que llega tranquilo tras un 2014 espléndido. El costarricense tuvo un papel muy importante arropando a Nairo Quintana durante el Giro de Italia, y logró un meritorio sexto puesto en el Tour de Polonia. Con humildad, desea que esta sea «una gran temporada para el equipo».
Su preparación «ha sido muy buena». Recién llegado de su tierra, y bien abrigado por el gran cambio térmico (en su país es verano), admite que «la preparación allí es más sencilla, porque el tiempo acompaña en los meses de noviembre y diciembre».
«Estamos bien, contentos de empezar el año en el equipo Movistar. Es para estar orgullosos, ojalá haya suerte». Sobre los objetivos de la temporada, no sin antes advertir que para él «todas las carreras son importantes, porque siempre hay un líder al que proteger o una posible oportunidad que aprovechar»; establece como objetivo primordial «estar bien en las clásicas, apostar por estas carreras. Echar una mano a los compañeros que lideren estas carreras».
Mira con buenos ojos a los recién llegados: «son corredores de grandísima calidad. Van a tener que aprender, pero en este equipo hay compañeros que les van a hacer progresar rápidamente».
Tiene claro su papel en la carretera, donde «es un orgullo apoyar a los compañeros y ser parte de las victorias del equipo», aunque no descarta jugar sus bazas: «si algún día se presenta la oportunidad, lucharé por conseguir un triunfo de etapa».