Es difícil concretar los éxitos del conjunto Gipuzkoa en un solo corredor, ya que todos han rallado a un nivel notable, rozando el sobresaliente por momentos. Pero si hay que elegir a uno, nos quedamos con Aritz Bagües. Tras un inicio de temporada fulgurante, era difícil que el equipo mantuviese el nivel, pero Aritz como corredor más experimentado tiró de galones y ha conseguido hacer de esta temporada, algo histórico para la Fundación Oreki. Tras pasar los últimos tres años en continentales, Bagües recalaba en las filas del equipo de Jon Odriola para recalificarse después de no contar para el equipo Euskadi en esta última temporada.
La primera parte del año estuvo enfocada a la Copa de España, en la que Bagües tuvo que ponerse el mono de trabajo en la mayoría de pruebas para defender el liderato de su compañero Intziarte. No obstante pudo lograr la victoria en el Guerrita sorprendiendo a los favoritos con un ataque en el último kilómetro, y finalizar en el top-10 del Valenciaga y el Momparler. La Copa de España la finalizó 8.º, consiguiendo elevar a Intziarte a lo más alto gracias a su imprescindible trabajo en Torredonjimeno, dónde fue el último compañero que aguantó al lado de su líder.
Allá por mayo empieza su verdadera temporada, y es a partir de entonces cuando se verá la mejor versión de Bagües. En Berriatúa y la Subida a Urraki mostró sus credenciales al Euskaldun, aunque su compañero Mitxelena por aquel entonces estaba mejor situado en la general y se trabajaba para él. Fue 5.º en la Volta a Coruña y se subió al podio en el campeonato de Euskadi dónde finalizó 3.º. Tras repetir esa 3.ª posición en Segura, a la semana siguiente se proclamó subcampeón de España élite en Ponferrada.
Fue 2.º en Salinas, por lo que seguía sumando puntos paulatinamente en el torneo Euskaldun y lograba su segunda victoria en Beasain, dejando patente su buen momento. Tras ello llegó uno de sus mejores momentos de la temporada: la Vuelta a León. Allí gracias a la victoria en la 3.ª etapa se colocaría líder, sufriendo en la etapa reina para mantener el amarillo ante el acoso de sus rivales, y demostrando en la crono final que esa vuelta tenía que ganarla él, siendo el más rápido en la crono final. Se quedó a las puertas del podio en la cronoescalada de Altzo, con la que completó un maravilloso Julio.
En Agosto se decidía el Euskaldun, y de nuevo Bagües estuvo a un nivel sobresaliente. En la general del torneo vasco empataba a puntos con Mikel Bizkarra a falta de 6 pruebas, pero Artiz no dio ni un metro de tregua a su rival. Venció en Oiartzun, fue 2.º en Amurrio, 3.º en Aretxabaleta, 7.º en Llodio, 3.º en Zegama y 15.º en Alsasua; lo que le permitió salir vencedor de esta edición del torneo Euskaldun con 13 puntos de ventaja sobre Mikel Bizkarra. Además fue 5.º en la Vuelta a Cantábria, rozó la victoria de etapa en la Vuelta a Valencia y cerró el año con una victoria de etapa en la Vuelta a Galicia.
Con este curriculum y sabiendo de lo que es capaz, Jon Odriozola le ha dado la oportunidad de volver al profesionalismo en el Murias Taldea. Una nueva oportunidad para este all-rounder capaz de estar cerca de los mejores escaladores en la montaña y pelear un sprint con los más rápidos de la categoría.