Adrià Moreno sigue año tras año demostrando su progresión como corredor, y si ya el año pasado dejó algún destello de calidad en la Copa de España, este año ha presentado sus credenciales a profesional con una temporada en la que hemos podido verle delante en las competiciones más importantes. El catalán ha sido el líder de su equipo, Controlpack, y en cierto modo también la esencia del conjunto: un ciclismo muy combativo en el que cualquier repecho es bueno para probarlo.
Adrià comenzó la temporada con las miras puestas en la Copa de España, como la mayoría de los grandes capos de la categoría, pero a pesar de una buena pretemporada con buenos resultados en el calendario catalán, Don Benito no fue como se esperaba y una caída le hizo salir de Badajoz con 7 puntos que sabían a poco. Toda la rabia contenida la desplegó en Aitzondo donde se llevó todo el día fugado, siendo el ganador de la montaña y 16.º en la prueba vasca. La semana siguiente en el GP Macario, a pesar de no coger el corte bueno, finalizó 9.º. Casi la misma historia se repetía en el Guerrita, fue 9.º entrando en el segundo grupo, pero poco a poco iba escalando posiciones en la general de la Copa de España. Abril acabó con todo atisbo de esperanza de hacer una buena general en la Copa de España, con un discreto papel en el Valenciaga y una caída en el Momparler, por lo que las miras del corredor catalán se centrarían en la general de la montaña. En Legazpi consiguió llevarse la montaña, y posicionarse en disposición de luchar con Bizkarra y Gallego por ella. Estaba difícil, pero quedaba Torredonjimeno. En la carrera andaluza Bizkarra y Gallego tuvieron un duelo bestial al que Adrià no se pudo unir y acabó la Copa de España 3.º en la montaña y 11.º en la general.
Paralelamente, iban llegando las primeras victorias de Adrià en el calendario catalán, aunque siendo carreras de menor relevancia en las que el nivel no es el mismo que en las otras pruebas. La segunda parte de la temporada comenzó bien, con un digno papel entre profesionales en el Campeonato de España – finalizó 59.º – y a continuación, en julio, llegó quizás su mejor momento del año: la Vuelta a León. En León Moreno fue de menos a más, siendo finalmente 3.º en la general y el vencedor de la montaña gracias al gran despliegue físico que realizó para mantenerse con los mejores escaladores de la categoría en la etapa más dura. Además, enla crono del último día fue el 4.º corredor más rápido, escalando desde la 6.ª posición al podio final. Tras ello poco más brilló a nivel nacional, quizás se le hizo un poco largo el año, pero consiguió despedir la temporada con una nueva victoria en Cataluña, en la clásica de les Franqueses.
En resumen, un corredor que ha demostrado mucha ambición y que estando en su plenitud física tiene poco que envidiar a los grandes escaladores de la categoría. Esto sumado a unas buenas dotes para el llano, y una gran capacidad de sacrificio hacen de él un corredor capaz de destacar casi en cualquier terreno. Además, cada año demuestra que va a más tanto en aptitudes como en su fondo físico, y como buen líder, ha dado presencia al conjunto en las citas mas importantes del calendario amateur.