El siempre prestigioso GP de Montreal nos ha dejado la apabullante victoria de Simon Gerrans sobre sus rivales, al igual que hace dos días en Quebec. El australiano se perfila como uno de los máximos favoritos para ganar el campeonato del mundo en Ponferrada.
La carrera ha dado mucho de sí. En la 1º vuelta de las 17 que tenían que dar a un recorrido de 12,1 Km con varias subidas, se formó la fuga con Polanc y Vervaeke como corredores destacados. Astana asumió la responsabilidad de tirar del pelotón durante gran parte de la carrera. No hubo movimiento de los favoritos hasta la última vuelta, cuando el combativo Polanc fue capturado por sus propios compañeros del Lampre, que ya trabajaban pensando en su jefe de filas Rui Costa. El campeón del mundo, valiente como siempre, fue el 1º en probarlo, creando una selección grande de corredores. Sin embargo, no hubo entendimiento y durante las posteriores subidas ya de menor dureza, Orica Green Edge, que contaba con 6 hombres en cabeza en un pelotón de 40, comenzó a poner ritmo.
Los australianos, que sabían que contaban con el máximo favorito Simon Gerrans, no dieron opción a ningún ataque en los últimos 5 kilómetros. Ya en los últimos 1000 metros, lanzaban a Gerrans hacia la victoria, al que le valió esprintar unos pocos metros para levantar los brazos y ganar con claridad sobre sus rivales. 2º era Rui Costa, que afina la forma de cara a los mundiales donde intentará repetir victoria, y 3º entraba el francés Tony Gallopin, que demuestra que este tipo de clásicas se le adaptan a la perfección.