Una de las grandes esperanzas de este mundial júnior era el madrileño Diego Pablo Sevilla, que no ha podido estar al final en las primeras posiciones :«Ha habido un momento, a mitad de carrera que me he encontrado bien y he decidido intentar estar por delante para intentar coger algún corte. Ya al final he visto que el que tenía piernas era Ballesteros, y le he dicho que intentara él estar delante y ya intentaría moverme yo y eso he hecho hasta que aguantaron las fuerzas».
En cuanto a la táctica a usar estaba clara: «No podíamos romper el grupo, pero había que atacar y dar la cara y Jaume atacó en el Castillo, en la siguiente vuelta ataqué yo. La intención era que se nos viera activos y con ganas, y lo hemos dado todo».
No olvida el ciclocrós «que me encanta», pero «lo importante es preparar la entrada a sub-23 en carretera, iré a alguna carrera a divertirme y a disfrutar del ambiente, pero este año toca descansar».