Una luz se abría en nuestros ojos, ya veréis… quince veces el Angliru y una subida final a Valdepeñas de Jaén con Valverde y Purito jugándose el oro.
Pero no fue así, la UCI se puso gallito y dijo que había que bajar el listón del año anterior en Florencia. Pero pese a ésto nadie bajó la euforia hasta esta semana, con los corredores españoles hablando de un recorrido no tan duro cómo se esperaba. Y el ver las pruebas de ruta precedentes a la carrera élite masculina ha acabado con la euforia española.
Después de estas carreras precedentes, se me vienen tres nombres, John Degenkolb, Simon Gerrans y Fabian Cancellara. De los dos primeros ya se habla desde hace tiempo cómo grandes candidatos, pero el tercero de momento no había salido en tantas quinielas. Pero viendo la victoria del noruego en sub-23 o cómo hoy el ruso y el alemán pusieron en jaque al pelotón en el descenso final…
La poca dureza del Mirador, con rampas que alcanzan el 7% de máxima es difícil romper una carrera. Pero lo peor para los españoles es esa aproximación a meta, 5 km de bajada y falso llano dan que pensar que el poco hueco que pueda abrir Joaquim en la corta subida al Mirador, no le bastará en ese tramo en bajada. Entonces la baza es Valverde, un corredor más potente que pudiera defenderse mejor que Joaquim en esa aproximación a meta. Pero también sería mejor baza en un hipotético final al sprint, pero cómo no se intente reventar la carrera hombres más rápidos que él llegaran.
Y desde la cama dónde escribo he tenido una revelación, la táctica española. Que no diferirá en nada a la del año pasado. La “putada” para Joaquim y que gane Valverde. Atacará Joaquim en el Mirador, abrirá hueco y Valverde se limitará a responder. Si los de detrás no se entienden quizás suene la flauta y el sacrificado Joaquim se lleve el arcoíris, si se entienden, Valverde rematará al sprint unos desgastados compañeros de fatiga.