La Vuelta acaba después de 20 años en una localidad que no es Madrid, y lo hace en donde lo hizo por última vez, la capital compostela final de Camino de Santiago. Lo hará como lo hizo en aquella ocasión con una crono individual, en esta ocasión de menos de 10 kilómetros y que lo normal es que no haga grandes diferencias entre los ciclistas, aunque ya hemos visto muchas Vueltas estos últimos años, tan montañosas o más que la de este año, decidiéndose por diferencias mínimas por lo que veremos el papel que pueda tener esta última jornada en la resolución final de la carrera. En ese 1993 la crono en Santiago tuvo total color suizo, con la victoria en la etapa de Alex Zülle y en la general para Tony Rominger, así que Fabian Cancellara si llega a estas alturas de la carrera podrá tener una motivación extra. Al paso del último corredor ya solo quedará aplaudir a los vencedores y a todos los ciclistas por las veintiuna etapas regaladas a todos los aficionados.