La Vuelta entra en terreno gallego para ya no abandonarlo. Sin duda será la última etapa en la que los ciclistas podrán tomársela con calma, y eso es decir mucho cuando nos encontramos en Galicia. Si es cierto que los ciclistas deben de respirar tranquilos porque hacía mucho tiempo que la organización de las grandes vueltas por etapas no les ponía algún «regalito» después del último día de descanso, que ya hemos visto como generalmente se le atraganta después a más de uno. La llegada masiva del pelotón será la opción más viable sin duda, aunque seguro que a estas alturas de carrera ya faltarán muchos de los grandes sprinters que estarán pensando en la cita mundialista de Ponferrada, pero aún así los que queden tendrán en esta jornada la última y más clara oportunidad de triunfar. Eso sí, en Galicia aunque un perfil aparezca como presumiblemente llano, en la realidad de llano tendrá poco, nada y menos.