«Ha habido un momento en el que el viento nos soplaba de costado. La carretera se ha estrechado mucho al paso por un pueblo y he tenido miedo de que se formaran cortes. No quería dejarme sorprender. Cuando han acelerado los hombres del BMC me he mantenido muy alerta, pero pocos kilómetros más tarde volvían a bajar el ritmo.
Desde la Vuelta del año pasado, he aprendido a afrontar una etapa como una carrera de equipo, aunque es cierto que era otra temporada. Había ganado el Giro y pasado toda la temporada a un nivel muy alto. Por otro lado, me he presentado a este Tour de Francia habiendo programado mi pico de forma para esta carrera.
Como italiano que soy, es un gran orgullo para mí entrar en la prestigiosa historia del Tour de Francia. Hace dos años, sentí algo parecido al pelear con Froome y Wiggins. Ahora mismo estoy demasiado concentrado en mi carrera como para poner en perspectiva mis logros en este Tour.»
Bardet echa balones fuera: «El podio no es mi objetivo»
«El podio, por el momento, no es mi objetivo. Ahora tengo que centrarme en ganar segundos a mis rivales directos en vista de la crono final, en la que puedo perder tiempo. Tengo muchas esperanzas puestos en los Pirineos, pues hay varias ascensiones que me van muy bien. No tengo una etapa en concreto en mente. La primera llega justo después de la jornada de descanso. Y las otras dos, en Hautacam y después en el Pla d’Adet, son dos ascensiones muy duras con llegadas en alto.
No estoy luchando contra Thibaut, es amigo mío. ¡Pero por qué no terminar ambos en la mejor posición posible!»
Pierre Rolland: «Tengo esperanzas en la última semana»
«En el Tour no hay jornadas fáciles. Es como si nos enfrentáramos todos los días a una clásica. Hoy ha habido viento y una tormenta tremenda. En otros deportes, nos habrían doblegado. Las circunstancias han aportado suspense y no ha sido hasta los últimos metros cuando hemos neutralizado la fuga.
He vivido un inicio de Tour con altibajos. El momento más bajo fue el de la Planche des Belles Filles, donde tuve un día malo en el peor momento posible, y el más alegre el del día 13, cuando el equipo y yo logramos recuperar cuatro minutos. En Risoul volví a tener buenas sensaciones y hoy, de hecho, he sentido que me acompañaban las piernas. Tengo esperanzas puestas en la última semana de carrera. Ha tardado en llegar y no sé si será por culpa del Giro, pero si me siento bien la tercera semana y hago un bonito fin de Tour, estaré satisfecho. Además, hay otros franceses delante, lo cual está muy bien.»
Prensa Tour de France