Michael Rogers (Tinkoff-Saxo) se ha hecho con la victoria en la primera etapa pirenaica con la llegada situada en Bagnères-de-Luchon, tras 238 kilómetros en la que era la jornada más larga de este Tour. Con este triunfo el australiano demuestra el gran equipo con el que contaba Alberto Contador, que tras su abandono ha sabido cambiar el chip a la perfección haciéndose con etapa en Alpes y Pirineos.
En la general no se produjeron grandes movimientos entre los favoritos, siendo únicamente Thibaut Pinot (FDJ) el que puso en aprietos tanto a Alejandro Valverde (Movistar) como al propio líder de la carrera Vincenzo Nibali (Astana) que pasaron por la cima del último alto, el Col de Balès, a unos segundos del francés. Lo que sí se vieron fueron «batacazos» importantes con corredores a los que se vio que la jornada de descanso no les vinieron nada bien, como a Romain Bardet (AG2R) y sobre todo a Tejay Van Garderen (BMC) que reventaron en esta última ascensión en la que los hombres de Movistar, con Beñat Intxausti a la cabeza pusieron un ritmo fortísimo, que hicieron al francés perder su tercera plaza del cajón, siendo superado por Pinot y por su compañero de equipo Jean-Christophe Peraud. En el caso del americano la cosa fue mucho peor perdiendo en meta casi cuatro minutos con el grupo de favoritos, dejándose con ello muchas de las opciones que tenía para hacerse con un puesto del podium en París.
En cuanto a la lucha de la etapa, el día estuvo marcada por una «macro-escapada» de veinte hombres donde se encontraban Eisel, Kiryienka (Sky), Izaguirre (Movistar), Rogers (Tinkoff), Kwiatkowski, Bakelants (OPQS), Dumoulin, Montaguti (AG2R), Slagter (Garmin), Serpa (Lampre), Roy (FDJ), Gallopin (Lotto), Van Avermaet (BMC), Reza, Gautier, Voeckler (Europcar), Albasini, Keukeleire (Orica ), Kluge (IAM), Vachon, Delaplace (Bretagne), y que consiguieron desde el primero momento el visto bueno del pelotón que les dejó caminar con una gran diferencia, llegando a pie del último puerto con más de 10 minutos de ventaja. En la cima de Balès tres fueron los ciclistas que demostraron ser los más fuertes, Rogers, Voeckler y Serpa, siendo este último el primero en coronarlo. En el descenso se les unió Kiryienka y Gautier, consiguiendo el francés junto con Rogers unos metros de ventaja a 6 kilómetros de ventaja.
Pero el tres veces campeón del mundo contra el crono demostró su gran clase a falta de cuatro volviendo a dar un estacazo para irse en solitario en busca de la meta. El ciclista «aussie» tenía tiempo de sobra para saborear el triunfo que se une al que consiguió hace apenas dos meses en el Giro. A nueve segundos entraban sus compañeros de fuga con Voeckler siendo el más rápido del sprint del grupito. Finalmente el líder entraba junto con Valverde, Pinot o Peraud a ocho minutos y medio del vencedor del día.
Para mañana la jornada reina de este Tour, una de las últimas oportunidades para poner en aprieto a Nibali, ya que en apenas 127 kilómetros de etapa se ascenderán cuatro puertos de renombre como Portillon, Peyresourde, Val Louron, los tres de primera categoría, y Saint-Lary – Pla d´Adet, fuera de categoría, en cuya cima estará situada la meta.
Foto: Jean Paul Pelissier / Reuters