El ciclista del Astana respondió a las críticas de su jefe Alexandre Vinokourov con una gran victoria en Sheffield, sorprendiendo al resto de favoritos con un ataque en los últimos dos kilómetros. Nibali logra así su primer triunfo parcial en la ronda gala, además de vestirse de amarillo con dos segundos de ventaja sobre el eslovaco Peter Sagan.
La etapa, en la que no salió el británico Mark Cavendish tras su caída de ayer, estuvo claramente marcada por la gran afluencia de público, que junto a los paisajes, hizo que por momentos parecieramos estar viviendo toda una clásica de primavera.
Nada más tomar la salida en York se formó la fuga del día, Armindo Fonseca (BSE) fue el primero en atacar y con él se fueron Kadri (A2R), Quemeneur (EUC), Busche (TFR), Lemoine (COF) y De La Cruz (TNE), que serían protagonistas toda la primera mitad de la etapa hasta que en la cota de Holme Moss, Kadri se quedaría solo en su lucha con Lemoine por el maillot de lunares, mientras que los sprinters perdían contacto con el pelotón por detrás.
Poco duró la aventura de Kadri, puesto que en la sexta cota del día fue neutralizado, dajando ya la etapa en manos de los equipos más potentes. Primero Garmin y más tarde Sky fueron los que marcaron un duro ritmo en cada repecho haciendo sufrir sobre todo a Tinkoff y Movistar, que perdieron rapidamente efectivos, aunque luego varios lograron reengancharse al grupo.
Fue en la la Côte d’Oughtibridge, la penúltima del día, cuando Rolland lo intentó, haciendo a los Cannondale trabajar en vistas a una posible victoria de Sagan. Con el grupo de nuevo unido llegó al Jenkin Road, la última cota del día, y los favoritos tomaron posiciones. Contador, Froome, Sagan… varios lo intentaron en la subida, aunque sin éxito y en el descenso Bardet no pudo coger distancia, pero sí Nibali, y este sería el ataque definitivo. Por detrás nadie quiso hacer el trabajo sucio a Sagan y el de la tricolore lograba la victoria y el maillot amarillo. Dos segundos después encabezados por Van Avermaet y Kwiatkowski llegaban los favoritos.
Mañana tercera y última etapa por tierras británicas entre Cambridge y Londres, donde salvo sorpresa, los sprinters tendrán una nueva oportunidad.