20 metros le han sobrado al neozelandés Jack Bauer (Garmin) para hacerse con la victoria hoy en Nîmes tras casi 220 kilómetros escapado junto al suizo Martin Elmiger (IAM). El pelotón a pesar del descontrol provocado por la lluvia y a las continuas rotondas, pudo neutralizar a los dos protagonistas del día en los últimos metros para que el hombre de Katusha, Alexandre Kristoff se hiciera con la victoria al sprint, por delante de Haussler y Sagan.
Apenas arrancada la etapa se formó la fuga del día con Martin Elmiger y Jack Bauer, que ante la tranquilidad que se vivía en el pelotón rápidamente fueron ganando ventaja hasta llegar a una máxima de casi 9 minutos. Fueron los hombres de Lotto los que empezaron a controlar poco a poco la ventaja de los dos de cabeza, que transcurridos 100 kilómetros ya habían perdido un par de minutos.
La lluvia comenzó a descargar con fuerza en los últimos kilómetros del día, lo que empezó a provocar dudas en el pelotón que ya había comenzado a tener a tiro a Bauer y Elmiger, que gracias a ello mantuvieron una ventaja de unos 2 minutos hasta casi los últimos 20 kilómetros de la etapa. Primero Kwiatkowski y luego Martin lo intentaron en el pelotón, lo que redujo la ventaja de la cabeza de carrera, que a pesar de todo aún mantenía la esperanza de luchar por la victoria.
En el último kilómetro eran apenas 10 los segundos que aún mantenían Bauer y Elmiger, y gracias a que no especularon demasiado el neozelandés pudo echar un pulso a los equipos de los velocistas con el sprint ya lanzado. A pesar de darlo todo, Bauer no pudo con los sprinters y Kristoff remató, logrando su segunda victoria en este Tour, aunque en la línea de meta el protagonismo fue más para las lágrimas del inconsolable Bauer, que para la alegría de los hombres del Katusha.
Mañana segunda jornada de descanso, en la que planificar el intento de destronar al, hasta ahora, todopoderoso Nibali, en las etapas pirenaicas.