André Greipel (Lotto-Belisol) ha sido el primer sprinter en vencer al poderío mostrado en este Tour de Francia por su compatriota Macel Kittel (Giant-Shimano) en la sexta etapa entre Arras y Reims. Tras la guerra en el día de ayer todo el mundo esperaba una tregua, pero el tiempo no la dio y la lluvia volvió a hacer acto de presencia cobrándose varias víctimas entre las que estaban los españoles Jesús Hernández (Tinkoff-Saxo) o Xavier Zandio (Sky).
La etapa de 194 kilómetros nos dejó a cuatro valientes como el holandés Leezer, los francesesPineau y Gérard y nuestro andaluz Luis Ángel Maté, que nunca tuvieron ningún tipo de consentimiento por parte de los equipos de los llegadores y no superaron los tres minutos de ventaja durante su aventura, siendo Maté el más fuerte de la escapada. Tras la neutralización la carrera se convirtió en un «sálvese quien pueda», produciéndose varias caídas, casi todas ellas provocadas por el paso de numerosas rotondas que unidas al estado mojado del asfalto convirtieron la carretera en una pista de patinaje, que fraccionó el pelotón llegando varios corredores cortados, siendo el más perjudicado de entre los gallitos el local Thibaut Pinot (FDJ) que perdió un minuto en la línea de meta.
En los tres últimos kilómetros perdieron contacto con los de cabeza dos de los grandes favoritos a la victoria final como Simon Gerrans (Orica-GreenEdge) y el dominador absoluto en esta ronda gala, el germano Kittel. Finalmente en la llegada otro alemán, Greipel no encontró oposición en ningún rival y se hizo con el triunfo por delante de Alexandr Kristoff (Katusha) y Samuel Dumoulin (AG2R-La Mondiale).
En la general Vincenzo Nibali (Astana) seguirá vistiendo un día más el maillot amarillo tras la exhibición de ayer en el pavés, en una séptima etapa larguísima de 234 kilómetros y sin ninguna historia entre Eperney y Nancy que a buen seguro nos volverá a deparar una llegada masiva.