Después de haber vestido el amarillo el francés Tony Gallopin quería más y se ha hecho con su primera victoria en una grande en Oyonnax en una etapa en la que Sagan volvió a gastar energías antes de tiempo y volvió a quedarse sin ganar.
En Besançon, antes de la salida de la etapa, todo parecía indicar que los corredores tendrían una jornada sin demasiadas complicaciones. Pero no fue así, principalmente para Talansky, que debido a las consecuencias de las caídas de los últimos días apenas aguantó en el pelotón. Tuvo que rodar en solitario casi 80 kilómetros, y a pesar de que sus directores le pidieron que abandonara, llegó a meta con 32:05 de retraso sobre Gallopin. Una vez más una actitud heróica por parte de un ciclista, y van…
Varios fueron los intentos de fuga en los primeros kilómetros de la etapa pero no sería hasta rodados 30 cuando Martin Elmiger, junto a Cyril Lemoine y Anthony Delaplace, lograron por fin abrir hueco con el pelotón. No fue muy fructífero el intento puesto que en los últimos 50 kilómetros varios ataques en el pelotón hicieron que solo sobreviviera Elmiger, al que se unieron Bakelants, Roche, Gautier y Herrada. No lograron apenas distancia sobre el grupo principal, en el que de nuevo Tony Martin hizo de las suyas y terminó con el intentó dejando al pelotón en cabeza de carrera para los últimos kilómetros del día.
En un pequeño repecho fue Gallopin el que saltó, llevándose tras él a Sagan, Kwiatkowski y Rogers. Ninguno quería trabajar y que luego el eslovaco les rematara en el sprint, y tras unos momentos de indecisión de nuevo Gallopin atacó lléndose en solitario a falta de 2 kilómetros. Por detrás nadie quiso tomar la responsabilidad en la persecución y el pelotón neutralizó al terceto perseguidor, pero por unos metros no pudo con Gallopin que se subió al podio por segunda vez en este Tour.
Imagen ASO