Primer final de etapa con atractivo y dureza suficiente, a lo que en montaña se refiere, como para poder empezar a hablar de decepciones, y que alguno se deje sus opciones en los últimos 25 kilómetros de etapa donde se encadenan tres subidos, dos de segunda categoría y una de tercera en cuya cima estará situada la meta. La subida a Moinats abrirá la veda de los puertos de cierta entidad en este Tour de Francia, con casi 8 kilómetros al 6%, para después subir dos cotas de similares características con poca distancia pero con rampas duras que alcanzan el 15% de desnivel. La meta situada en La Mauselaine de tan solo un kilómetro pero con zonas que alcanzan el 13% puede ser una oportunidad idónea para ver brillar a ciclistas españoles como Alejandro Valverde.
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