Última oportunidad para que se pueda dar un vuelco o para sentenciar definitivamente el triunfo en el Tour de Francia de este año. De aquí saldrá el vencedor final ya que solo quedará el paseo por los Campos Elíseos al día siguiente. Una crono que puede resultar agónica si las diferencias entre los mejores no son excesivas. La distancia es considerable por encima de la cifra de los temibles 50 kilómetros que individualmente se hacen muy largos ya que supondrán estar una hora encima de la bicicleta pensando en que puedes estar jugándote el momento de tu vida. Generalmente en la última gran crono son los corredores más fuertes de la general los que más se dejan ver, y si a eso le añadimos que la crono, y digo bien la (única) crono, es totalmente atípica con varios repechos duros en su recorrido, no nos podrá extrañar ver a los ciclistas que peleen por el amarillo además luchando por la victoria en la etapa. Cuatro son las «subidas» que se encuentran en los 54 kilómetros aunque es la última, la Côte de Coulounieix, la más dura de todas teniendo rampas con una pendiente cercana al 10%. En Périgueux deberán saludar al nuevo dios del Olimpo ciclista.