Comienza la última y decisiva semana del Tour. Lo hará ya desde los Pirineos, sin tiempo para equivocaciones. Más de 200 kilómetros donde se dará la primera piedra de toque por parte de los grandes favoritos. No sería extraño que a estas alturas llegase líder un corredor que no estuviera en los pronósticos de nadie por lo que los «gallos» deberán dejarse ver ya en la primera oportunidad. Una etapa que tiene al Port de Balès como momento culminante del día, aunque antes se habrá subido Aspet y Ares, pero es Balès el que pondrá a muchos en su sitio. Uno de esos «puertarracos» de categoría especial y bien merecido lo tiene porque son más de 11 kilómetros de ascensión a una media muy cercana al 8% y con varios kilómetros en su parte central por encima del 10%. De su cima a meta quedarán 20 kilómetros totalmente de descenso que seguramente permitan ver a los ciclistas jugándose el tipo en persecución de los rivales o luchando por hacerse con el triunfo.