Preciosa jornada la décima en la zona de los Vosgos cercano a la frontera germana, y más cuando los ciclistas no tienen por qué reservarse nada ya que al día siguiente disfrutarán del primer día de descanso. Hasta siete puertos de montaña en los 162 kilómetros de etapa, por lo que será un continuo subir y bajar, que aunque no cuentan con excesivo kilómetraje si que muestran bastante dureza en sus pendientes. Cuatro de estos de primera categoría, sobresaliendo los dos últimos situados dentro de los últimos 25 kilómetros, el Col des Chevrères y la meta situada en la cima de la Planche des Belles Filles. El primero que sin llegar a los 4 kilómetros presenta una media al 9,5% y rampas superiores al 18% y el segundo algo más largo, de 6 kilómetros al 8,5% y con la meta situada en una rampa final que alcanza el 20%. Disfrútenla entera que seguro que merece la pena y más si los ciclistas están por la labor y entre los favoritos deciden no esperar a la última ascensión para probar a todos sus rivales.
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