La última jornada de este Giro Rosa mantendrá la emoción en la clasificación general y permitirá que, salvo que una corredora haya aventajado mucho al resto en los días previos, la carrera se juegue en la mítica ascensión a Madonna del Ghisallo, patrona del ciclismo. Una etapa muy corta, de solo 80,1 kilómetros, que puede hacer que las corredoras busquen, por qué no, una fuga lejana a la desesperada. Aun así, el escenario más previsible es el de una escaladora pura alzando los brazos en meta, una escaladora que, al no haber contrarreloj larga en la carrera, podría ser la portadora de la maglia rosa.