21 etapas. 3449 kilómetros. 39 puertos puntuables. Los ingredientes están preparados para que disfrutemos de veintiuna jornadas de ciclismo de altura, porque el Giro siempre garantiza espectáculo a raudales, emociones y sobre todo mucho colorido y afición. El Giro es el claro ejemplo de que a una carrera como esta pueden venir más o menos corredores de primer nivel, pero que a pesar de ello los tifosi siempre inundan las carreteras parar animar el paso de los ciclistas por todos y cada uno de los pasos de montaña, por todos y cada uno de los pueblos y por todos y cada uno de los metros de recorrido a los que se enfrentarán. Porque el Giro en Italia es un patrimonio nacional y allá donde va la carrera es motivo de sobra para declarar fiesta en la localidad.
«¡Disfrutemos del ciclismo y Viva el Giro!» dicen mientras corren a coger el mejor sitio para dar el aliento a los verdaderos héroes que son los ciclistas y que hacen posible lo imposible, conquistando cimas que para la gran mayoría de los mortales serían impensables, Gavia, Stelvio, Val Martello, San Pellegrino, Oropa, Montecampione o Zoncolan. Nueve etapas con final en alto (y vaya finales en la mayoría de los casos), tres etapas contra el crono, una de ellas por equipos, otra de casi 50 kilómetros y con mucha miga, y la última a dos días del final para ascender a la Cima Grappa. Los sprinters aunque a cuenta gotas también tendrán su oportunidad para dejarse ver, aunque seguramente muchos de ellos visto la última semana que les esperará no querrán saber nada de disfrutar de las mieles del éxito en Trieste, donde se pondrá el punto y final del Giro 2014.
La Corsa Rosa es diferente en todo, y hasta en su estructura también suele ser la carrera que innove. Hacía mucho tiempo que no veíamos a una de las tres grandes vueltas no comenzando en sábado, pues este año el Giro arrancará el próximo viernes día 9 de mayo, en las calles irlandesas de Belfast con una crono por equipos de 21 kilómetros. Muy lejos de la Italia natal. Las tres primeras jornadas serán una mini-vuelta a Irlanda. En las dos siguientes jornadas lo normal es que se luzcan los sprinters con los finales propicios para ellos en Belfast también y en Dublín.
Tras estos tres días primera jornada de descanso ante el viaje que espera a los ciclistas, ya que de Irlanda pasaremos a la punta del tacón de la bota de Italia. La primera semana transalpina será relativamente calmada, aunque sabemos que en el Giro no hay un momento de relajación como sí pueden existir en otras carreras. La cuarta y séptima etapas serán de nuevo territorio para los velocistas en Bari y Foligno. En la quinta y en la sexta ya veremos los primeros síntomas de que estamos en el Giro con los finales trampa en Viggiano y Montecassino, dos finales de características similares, situándose la línea de llegada en dos subidas cortas pero con bastante dureza que descartará a los velocistas y permitirá a corredores de mucha fuerza en estas lides dejarse ver, no sería de extrañar ver aquí a nuestro Purito o Dani Moreno haciendo de las suyas. Poco a poco habremos ido acercándonos al norte de Italia y ya las dos últimas etapas antes de la primera jornada de descanso serán prueba de ello. Montecopiolo y Sestola sí serán las dos primeras pruebas de fuego para los mejores. Dos etapas que tendrán mucho más de lo que parece en el caso de la primera con tres puertos de envergadura en los últimos 50 kilómetros, y en el caso de la segunda con un «puertaco» como Sestola de 17 kilómetros de longitud. Como se suele decir en estos casos, esta primera semana no servirá para ver quien gana el Giro pero sí para ver quien no lo hará.
Merecida segunda jornada de descanso para adentrarnos en la segunda semana donde ya nos meteremos en los Alpes italianos cerquita de la frontera con Francia. De nuevo dos etapas para los sprinters, la que viene tras la jornada de descanso con final en Salsomaggiore y la decimotercera en Rivarolo Canavese. En Savona seguramente veremos a corredores que normalmente tienen que tener que trabajar para otros luchando por algo grande como un triunfo en una prueba como el Giro, ya que a 30 kilómetros de meta se coronará Naso di Gatto, un puerto con suficiente dureza como para descartar a los hombres rápidos del pelotón por lo que una fuga seguramente pueda andar mucho este día, y más cuando al día siguiente los favoritos tendrán una prueba de fuego con la crono individual en Barolo, crono muy larga de 46 kilómetros, con un comienzo muy explosivo en el que se asciende un puerto como Boscasso, y de ahí hasta meta quedarán más de 30 kilómetros para rodar. Las dos últimas etapas de esta segunda semana serán de nuevo espectaculares con los finales en Oropa al que precederan Alpe Noveis y Bielmonte, y en Montecampione en una etapa monopuerto de más de 200 kilómetros.
La última semana comenzará tras la tercera y última jornada de descanso con una de las etapas más esperadas por los aficionados a este deporte después de que el año pasado nos quedáramos con ganas de verla por culpa de la nieve. Estamos ya en plenos Dolomitas, empezando con una etapa corta de 139 kilómetros en los que se ascenderán tres míticos como Gavia, la Cima Coppi de esta edición, Stelvio, y para finalizar en Val Martello, por lo que unos 60 kilómetros de esta etapa serán en subida. Al día siguiente con el final en Vittorio Veneto de nuevo los grandes protagonistas se tomarán un pequeño descanso y los segundas espadas seguramente tengan la oportunidad de llevarse una victoria del Giro.
De aquí al final, tres etapas terroríficas. Tres guindas para el pastel del Giro que a muchos seguro que le acaban repitiendo. Primero Panarotta con los pasos previos a San Pellegrino y Redebus. Al día siguiente la cronoescalada a la Cima Grappa. Para acabar, la otra gran etapa de este Giro con las subidas al Passo del Pura y a Sella Razzo para desembocar en Ovaro donde comienza una de los puertos más terroríficos de toda Europa, el Monte Zoncolan, que pondrá el «lazo» perfecto a la prueba por etapas que más emociona del ciclismo. La fiesta llegará al día siguiente en Trieste donde veremos los papelitos rosas volando por el vencedor de este Giro en una jornada donde los pocos velocistas que queden se pelearán por salir en la última foto. ¡Qué ustedes lo disfruten!