La catalana Anna Ramirez logró en el III Trofeo San Prudencio del Ayuntamiento de Barrundia la victoria en solitario, obteniendo la primera victoria estatal para un Bizkaia-Durango que partía en superioridad numérica en la prueba que transcurría entre Heredia y Ozaeta. Además, el equipo dirigido en el día de hoy por Agurtzane Elorriaga lograba hacerse con el maillot de líder del Torneo Euskaldun, que porta ahora la rusa Yulia Ilinykh, segunda en la meta de Ozaeta.
La carrera comenzaba con algún cambio con respecto a lo previsto. En la reunión de directores se decidía que las élites y las juveniles saldrían en primer lugar, con las cadetes a dos minutos. Había también cambios en las participantes, y causaba baja Sheyla Gutiérrez (Lointek) por enfermedad, mientras que se incorporaban con respeto a lo previsto la a la postre vencedora Anna Ramirez (Bizkaia-Durango) y la vasca Mireia Epelde (SC Michela Fanini Rox), que no quería faltar a una cita a la que siempre acude.
La estrategia de Bizkaia-Durango estaba clara, como más tarde nos votaría Lourdes Oyarbide. Querían ganar, y sabían que para ello necesitaban estar todo el rato atacando. Primero era Yulia Ilinykh la que se movía, pero los esfuerzos de Fanny Riberot (Lointek) por cazar hacían inútil el intento de la rusa. Más tarde la propia Anna Ramirez, con Riberot a rueda, saltaría, logrando una renta de unos 40 segundos. Sabiéndose más lenta al esprín, como reconocería en meta, Ramirez paraba de tirar de la escapada, haciendo que su equipo trabajara por detrás por neutralizar, y lo lograban, dando pie a numerosos ataques nuevos, esta vez procedentes de las piernas de una Eider Merino (Lointek) que no se encontraba en su mejor día. Aprovechando ese movimiento de la balmasedana, atacaría Anna Ramirez, esta vez en solitario (aunque con alguna juvenil a rueda), logrando la victoria que daba a su equipo el primer triunfo en casa en todo 2014. Segunda, en el esprín del grupo, terminaría Yulia Ilinykh, nueva líder del Euskaldun, con Ana Usabiaga (Eustrak-Euskadi) tercera.
Mientras tanto, en el pelotón júnior no dejaban de darse hasta en el DNI. Atacarían prácticamente todas las mejores corredoras de la categoría. Coral Casado y María Calderón (Meruelo), Teresa Ripoll y Cristina Martínez (Romovi-Rustic Levante), Elisabet Escursell (TotNet), Eider Unanue (Caja Rural-BideBide)… formaban parte de ese movimiento, aunque serían neutralizadas por las élites por culpa del viento en contra. Ya en el último kilómetro de carrera, un fuerte ataque de Teresa Ripoll le daría la victoria, confirmando al Romovi-Rustic Levante como uno de los equipos más potentes del panorama nacional.
Y en cadetes, que corrían en solitario, habría mucho control por parte de un Romovi-Rustic Levante que, como nos contaban en meta sus corredoras, quería buscar el esprín masivo. Ni un pinchazo de Cristina Soler frenó el ritmo del equipo valenciano, que lograba la victoria gracias a Isabel Ferreres. «He lanzado el esprín a Isabel porque en la rueda que me habían cambiado los piñones me iban mal», nos decía una pletórica Soler, contenta de haber llevado a Ferreres a una victoria que lograba por delate de Nekane Gómez (Caja Rural-BideBide), que pese a estar recuperándose de una caída dio mucha guerra.