En una Vuelta a Bidasoa marcada por el dominio de los equipos extranjeros, el puestómetro ha apartado a Steven Calderón del podio finalizando al mismo tiempo que el segundo clasificado de la ronda. Pese a haberlo intentado hasta el último metro al dejar atrás en los últimos kilómetros de la vuelta al líder de la prueba Filosi (Colpack) y picarle 7” en meta, la renta no fue suficiente y con un segundo más hubiera bastado para subir al podio. “Se ha atacado, queríamos hacer un podium, pero desafortunadamente por el puestómetro no pudimos hacerlo. Intentamos picarle unos segundos al líder, se hizo todo lo posible, al final dos o un segundo… no nos salió, es muy cerca pero muy lejos a la vez” nos contaba Calderón nada más cruzar la línea de meta en el Paseo de Colón.
Tras el buen trabajo del equipo en la última etapa endureciendo el ritmo en Agina y respaldando en todo momento a Calderón y Nuño por sus opciones en la general, Erlaitz fue el juez de la vuelta, donde Calderón lo intentaba y conseguía abrir hueco, pero no suficiente, y sería Chetout (GSC Blagnac) quien se llevaría la etapa y la Vuelta a Bidasoa.
Las claras opciones de victoria de Calderón en la primera etapa tras su cabalgada con Filosi (Colpack) y su regularidad en toda la vuelta (39º – 3º – 9º – 3º) han dado presencia al Gomur en esta Vuelta Bidasoa. El buen trabajo de todo el equipo en toda la ronda también se ha visto reflejado en el tercer puesto en la clasificación general.
“Nos quedamos con la presencia en carrera y estar en la disputa por la ronda hasta el último metro. Una vuelta que ha servido para afianzar el equipo sub-23 y demostrar que no solo tenemos corredores élite potentes. Tenemos un calendario importante de vueltas sub-23 y es vital que el equipo adquiera confianza y se vea adelante, disputando, y Bidasoa nos ha aportado esto” declara Unai Marín, uno de los directores del equipo.