«La etapa ha sido durísima. En teoría iba a ser la de transición en esta vuelta, pero se ha visto que de eso nada. Hemos ido emboscada tras emboscada, desde el principio de la jornada hasta el puerto final. La verdad es que ha sido una etapa en la que la gente que entienda de ciclismo entenderá cómo hemos ido hoy, un pulso de 140 kilómetros entre escapada y pelotón. Tan pronto pasamos el kilómetro 40 y viendo la gente que íbamos en la escapada, con muy buenos rodadores, y el buen entendimiento que tuvimos entre los Caja Rural – RGA y nosotros, hemos visto que podíamos llegar a meta; complicado, pero lo hemos conseguido.
Tengo que quitarme el sombrero ante mi equipo, pero sobre todo quiero destacar la labor de mi compañero Antonio Portela. Siendo de primer año, su trabajo ha sido increíble hasta el puerto final, manteniendo al pelotón a raya. Las dos próximas etapas iremos a por la vuelta. No estoy solo yo, tengo a varios compañeros bien colocados en la general, así que tenemos varias bazas para jugar en lo que queda de ronda».