El ciclista holandés Niki Terpstra (Omega Pharma-Quick Step) ha dado la sorpresa y se ha impuesto este domingo en la 112ª edición de la París-Roubaix, sobre un trazado de 256 kilómetros, tras atacar al grupito de once supervivientes que quedaban en la cabeza de carrera donde se encontraban los grandes favoritos Fabian Cancellara (Trek Factory), Peter Sagan (Cannondale) o Sep Vanmarcke (Belkin) a falta de seis kilómetros para el final y conseguir entrar en solitario en el velódromo de Roubaix.
Como es habitual, el ‘infierno del norte’ no defraudó, volvió a quedar constancia de que se trata de la ‘clásica’ más exigente del calendario. Los grandes favoritos para lograr el triunfo estuvieron muy activos durante todo el recorrido, como el belga Tom Boonen (Omega Pharma-Quick Step), que no paró de buscar la escapada en los últimos 100 kilómetros de prueba. El de Omega Pharma trajo de cabeza a Cancellara, que tuvo que poner a trabajar a todo su equipo para que Boonen no consiguiese en ningún momento ventajas considerables.
Cuando quedaban 30 kilómetros para llegar al velódromo y con un grupo interesante por delante donde estaba Tommeke o Geraint Thomas (Sky), Vanmarcke decidió cambiar el ritmo en el grupo principal poniendo la carrera patas arriba, ya que su ataque vino secundado por la Locomotora de Berna, partiendo el grupo totalmente y alcanzando a los de delante. En el momento de la fusión con la cabeza de carrera el que se dejó ver fue Peter Sagan, que en una zona donde no se transitaba por pavé y que más tranquilo se iba aumento la velocidad sacando una ventaja por delante siendo cabeza de carrera durante varios kilómetros hasta llegar al famoso tramo de Carrefour de l´Arbre donde el grupo formado por Fabian Cancellara, Sep Vanmarcke, Jhon Degenkolb (Giant-Shimano) y Zdenek Stybar (Omega Pharma-Quick Step) le echaba mano. Por detrás venía cerca otro grupo interesante con corredores de la talla de Thomas y Bradley Wiggins (Sky) y Tommeke y Terpstra más Sebastian Langeveld (Garmin-Sharp) y Bert de Backer (Giant-Shimano), los cuales se entendieron mucho mejor que el quinteto de cabeza llegando a alcanzarles a 10 kilómetros para la llegada.
Fue este momento en el que se produjo el momento de impasse que muy bien aprovechó Niki Terpstra para lanzarse como quien no quería la cosa en solitario en busca de la victoria. Con una ventaja no muy grande que no pasaba de los 20″ fue suficiente ya que por detrás nadie se puso de acuerdo en cazarle. Finalmente Terpstra pudo saborear el paso por la vuelta y media en el velódromo de Roubaix alzando los brazos sin problema. Por detrás el grupo también se fracturo en dos, subiendo al podium junto con Terpstra, Degenkolb que se llevó el sprint por delante de Cancellara.