«He entrado con rabia, porque jugarnos la victoria entre los tres y quedar tercero, es una pena. La carrera ha ido muy bien, me he sentido muy cómodo desde la salida y hemos intentado meter gente delante. Se ha metido el polaco Kuba -Kaczmareck- y he podido ir medianamente relajado, hasta que en Ixua el Lizarte se ha puesto a marcar el ritmo. He visto que iba bien y he arrancado desde abajo, imponiendo una marcha fuerte y me ha salido bien, ya que hemos coronado Gallego, Cañada y yo para llegar a meta.
Está claro que lucharé hasta el final; he tenido dos fines de semana malos, en Madrid porque las cosas no salieron como pensábamos y en Murcia por un fallo mío, por no estar donde debía. Tenía la espina clavada y he intentado sacármela aquí pero no lo he podido lograr. De las que quedan, en Valencia no he corrido nunca, veremos cómo es el circuito e intentaremos hacerlo lo mejor posible. En Legazpi, la cercanía de Descarga me favorece, pero prefiero ir día a día.
¿Riesgo en Valencia? Está en juego la Copa de España. La gente se moverá porque no estará conforme con lo que tiene e intentarán buscar la victoria. Aquí, todas las carreras son como un Mundial, se juega a todo o nada y no hay que pensar en las lesiones».