Alexander Kristoff (Katusha) se hizo con el primer Monumento de la temporada de manera sobrada en el sprint que decidió el triunfo de la Milán-San Remo, en un día de perros, con la lluvia y el granizo presente durante los 294 kilómetros de la prueba, imponiéndose en la llegada a Fabia Cancellara (Trek Factory Racing) y Ben Swift (Sky), segundo y tercero respectivamente. La nota agradable la dejó Juanjo Lobato (Movistar) al hacerse con la medalla de chocolate y hacerse con un más que meritorio cuarto puesto.
Hubo otros nombres importantes como los de Parrinello (Androni-Venezuela), Boem (Bardiani-CSF), Tjallingii (Belkin), Haas (Garmin-Sharp), Bono (Lampre-Merida), Barta (NetApp-Endura) y De Maar (Unitedhealthcare), que formaron la fuga del día, quedando Barta con De Maar, como los más combativos siendo alcanzados por Nibali (Astana) en la subida a la Cipressa y alcanzados por el pelotón a 11 kilómetros de la línea de meta.
El corredor siciliano fue uno de los grandes animadores con un brutal ataque en la ascensión a Cipressa haciendo saltar las alarmas entre los hombres rápidos del pelotón, pero rápidamente Lotto, BMC y Sky trabajaron a bloque para acabar con la aventura de Nibali alcanzándole en el comienzo de la ascensión al Poggio. Y ahí se acabó la historia porque la mayoría de grandes favoritos llegaron a San Remo muy justos de fuerzas como Peter Sagan (Cannondale), Mark Cavendish (Omega Pharma-Quick Step) o Sacha Modolo (Lampre-Mérida).
Finalmente, vimos como Luca Paolini lanzaba a la perfección a Kristoff que superaba en la recta de meta a Cavendish y Modolo sin ningún tipo de problema y no dejaba acercarse a ningún otro de los ciclistas rivales para alzar los brazos de manera más que sobrada. Primera gran victoria de un corredor que ya cuenta con un bronce en unos juegos olímpicos como los de Londres. La gran alegría para el ciclismo español llegaba con las cuarta posición de Juan José Lobato que era más rápido que corredores de mucho más tronío como Cavendish, quinto, o Peter Sagan, décimo.