Ratto, Daniele. 24 años. Italiano. Ganador de etapa en La Vuelta. Tercero en la clasificación de la montaña. Velocista. Rodador. Clasicómano. Vamos, que te sirve para un roto y para un descosido.
Ratto, Rossella. 20 años. Italiana. Bronce en el mundial y en el nacional en línea. Subcampeona de Europa de crono sub-23. Escaladora. Clasicómana. Es, lo que viene siendo, un plagio de su hermano, pero yendo mejor en alta montaña.
Tanto Daniele como Rossella nacieron en la localidad de Moncalieri, en el Piamonte. Su vida ha ido siempre ligada a los pedales. Danielle, nacido en 1989, se inició en el ciclismo a los cinco años, gracias a su hermanastro Enrico Peruffo, que más tarde también se convertiría en ciclista profesional. Como juvenil ya apuntaba maneras: fue segundo en el campeonato del mundo 2007, en Aguascalientes. Llevaba 11 victorias a lo largo de ese año. En las dos siguientes temporadas,las primeras como sub-23, las cosas le continuaron saliendo bien, logrando la victoria en el Piccolo Giro di Lombardia y dando mucha guerra en el Giro del Valle d’Aosta. Además, entró a formar parte de la «azzurra» de la categoría en el mundial de Mendrisio.
Precisamente, ese mismo año, 2009, fue el que marcó un antes y un después para ella, Rossella. Era todavía cadete, pero dejó destellos de calidad en el campeonato nacional de esa categoría, en el que se enfundaría la «maglia tricolore» en la contrarreloj individual. En 2010 empezó la clara proyección internacional para ambos. Por una parte, Daniele, dio el salto a profesionales, de la mano del equipo continental Carmiooro-NGC. En su primer año como pro, alzó los brazos en el GP Industria & Artigianato (1.1). No pasó desapercibido en las carreras que disputó.
Por el otro lado, Rossella. Primer año como júnior, siendo prácticamente compañera de equipo de su hermano. Y en Ankara, en el campeonato de Europa, medalla de bronce para ella, batiendo al esprín a Pauline Ferrand-Prevot (Francia). Y ahí no acaba la cosa: logró la segunda plaza en la prueba en línea del mundial de Offida. Rossella Ratto había demostrado que en los siguientes años no iba a parar de dar batalla en carrera. Llegaba 2011, un año que a Daniele se le hizo un poco más duro, pese a que logró una adaptación más que brillante a su nuevo equipo, el Geox-TMC de Matxin.
Aunque no pudo conseguir ninguna victoria, se quedó muy muy cerca, con el segundo puesto en Llodio (1.1). Además, tuvo la oportunidad de correr la Milano-Sanremo y la Itzulia. Mientras tanto, su hermana continuaba dando recitales de ciclismo allá por donde iba: fue campeona de Europa tanto en línea como en contrarreloj. Pudo debutar con las élite en el Profile Ladies Tour, aunque no pudo terminarlo. En el mundial no corrió la misma suerte: 5.ª en la contrarreloj y 11.ª en la prueba en línea.
Y, como si fueran sincronizados, ambos saltaron a la máxima categoría del ciclismo el mismo año, en 2012. A Daniele, Liquigas-Cannondale le ofreció un contrato de dos años en el equipo WorldTour. A Rossella le llegó la llamada del Verinlegno-Fabiani, teniendo así la oportunidad de competir durante ese año, codo con codo, con las mejores ciclistas del mundo. Él disputó la Liège-Bastogne-Liège, La Vuelta, Il Lombardia… No obtuvo grandes resultados, más allá del cuarto puesto en la primera etapa de la Itzulia. A Rossella le fue bastante mejor. El 14.º lugar en la general del Giro, con 18 años, lo demuestra. Pero eso no fue lo mejor, porque fue llamada por su selección para ir al mundial de Limburgo. ¡Fue sexta!
Daniele cumplió el año que le quedaba en el renombrado Cannondale, mientras que Rossella no desaprovechó la oportunidad de irse a correr a uno de los mejores equipos del mundo: Hitec Products-UCK. Para él, sin duda, España ha sido su país fetén: segundo en una etapa de la Volta, grandes actuaciones (y polémica) en la Vuelta a Burgos… y La Vuelta. Ganó, por sorpresa, en la Collada de la Gallina, uno de los etapones de 2013. Bien cierto es que no le disputaron demasiado, porque los favoritos se vigilaron en exceso y no pudieron cazarle, pero aun así supo resistir a todos los inconvenientes del día.
A ella tampoco le va nada mal nuestro país: en la primera etapa de la Emakumeen Bira se anotó el tercer puesto esprintando ante Vos. En el europeo sub-23 de la República Checa fue segunda en la contrarreloj, mientras que en la prueba en línea pudo hacerse con el cuarto lugar. Octava en la Copa del Mundo de Vårgårda y décima en Plouay-Bretagne, llegó a tope de forma al mundial, donde la selección italiana era uno de los bloques más potentes. Y ella no defraudó. Más bien sorprendió, porque a sus 19 años logró el tercer puesto, solo por detrás de Vos y Johansson.
Es más que habitual en el ciclismo encontrar hermanos profesionales, pero lo que es más raro es este caso: que sean de distinto sexo y, además, que ambos sean buenos. Y son jóvenes. Les queda mucho que correr y, evidentemente, muchísimo que ganar.