Parecía que iba a ser una carrera apacible, espectacular, épica… Pero se quedó en lamentable, triste y patética. Las carreras .HC en el calendario femenino NO son buenas. Primero tuvimos el Exergy Tour, que finalmente no se disputó tras una decisión en el último momento; y ahora esto. Premondiale Giro della Toscana-Memorial Michela Fanini. «La mejor carrera por etapas», según la UCI. Pero bueno, todas las críticas ya las volcamos ayer, en esta entrada de la web. Centrémonos en lo meramente deportivo, si eso es posible.
Empezó la carrera con un prólogo de 2,2 kilómetros en Campi Bisenzio. Annemiek van Vleuten (Rabobank-Liv/Giant) tenía todo a favor para hacerse con la victoria de etapa, y por consiguiente con la primera maglia rosa de esta edición. Pero llegó ella, la que no pierde ni jugando a las chapas. Cogió la cabra su compañera Marianne Vos y pulverizó el registro de Annemiek.
Al día siguiente empezó el show de la organización, pero en carrera la más rápida al esprín fue Giorgia Bronzini (Wiggle Honda), que demostró una vez más que llega al Mundial con ganas de volver a vestir el arcoíris. Rossella Ratto (Hitec Products-UCK), segunda en meta superando entre alcantarilla y alcantarilla a Marianne Vos, que mantuvo el liderato.
La segunda etapa volvió a ser movida, pero Marianne Vos se impuso a todas las adversidades y ganó, cómo no. En una de las llegada más peligrosas que se recuerdan, en Pontedera, Shelley Olds (TIBCO To The Top) parecía haber sido la ganadora, pero la campeona del mundo demostró su victoria en la photo finish.
Y como no hay dos sin tres, Marianekke fue también la mejor en la tercera etapa. Esta vez su «víctima» fue Emma Johansson (Orica-AIS). La semivasca no pudo hacer nada para detener a la neerlandesa, que sumó con esa su 21.ª victoria de la temporada en 37 días de competición.
Llegó la cuarta etapa. Esa jornada en la que las corredoras decidieron reunirse para plantear un posible plantón a este día. Elisa Longo Borghini, representante de las ciclistas, negoció con los organizadores de la carrera, pero ellos decidieron unánimemente que «las condiciones eran correctas para las chicas». Así que muchas decidieron no salir. Casi todos los equipos extranjeros (excepto TIBCO To The Top), además de BePink, no tomaron la salida. Como debe ser. Y la etapa no tuvo demasiada historia. Las que decidieron continuar no disputaron la etapa, y la «ganadora» fue Aude Biannic, aunque realmente las seis corredoras del Michela Fanini-ROX entraron juntas, sin competir. La general se repartió siguiendo la clasificación de las anteriores jornadas, pero eliminando a las que no tomaron la salida, además de a Rossella Ratto, que decidió correr, pero se bajó de la bici a mitad de etapa.
Y con esta ya llevamos muchísimas carreras femeninas desastrosas. Languedoc-Roussillon, Exergy Tour, Vuelta a El Salvador… ¿Y esto va a seguir así? Esperamos que no.