El 2 de septiembre comenzó en Francia el Tour de l’Ardèche, una carrera 2.2 en la que históricamente a la españolas les ha ido muy bien. Este año, también ha sido más o menos aceptable, aunque un escalón por debajo de lo esperado, debido a la acumulación de carreras de nuestras corredoras.
En el prólogo, de solo 2,5 km, la victoria fue para la reciente vencedora de la general de La Route de France, Linda Villumsen (Wiggle Honda) y, evidentemente, se enfundó el primer maillot amarillo de esta edición.
La primera etapa en línea acabó, como era previsible, al esprín. El único puerto de montaña de la jornada estaba situado a mitad de recorrido, por lo que no hubo dureza suficiente para dejar descolgadas a demasiadas corredoras. La etapa fue para Giorgia Bronzini (Wiggle Honda), por delante de Tiffany Cromwell (Orica-AIS). Villumsen mantuvo el liderato.
En la tercera jornada se disputaron dos sectores. El primero de ellos, una crono de solo 3,5 kilómetros, en el que la más rápida fue la bielorrusa Alena Amialiusik (BePink), que le dio un vuelco a la general, colocándose líder con nueve segundos sobre su compañera de equipo Noemi Cantele.
A la tarde tuvo lugar el segundo sector, una etapa en línea de 82 kilómetros. Llegó a meta una escapada con las mejores de la general, además de Giorgia Bronzini, que fue la que alzó los brazos.
Al día siguiente, cuarta etapa, entre Le Pouzin y Cruas, empezó la montaña de verdad. Con Belén López tocada tras una caída en la primera etapa y Anna Sanchis sin estar en forma, las españolas sabían que tenían que sufrir. Lo hicieron, y muy bien. Aguantaron con las mejores. La etapa fue para Joëlle Numainville (Optum p/b Kelly).
La quinta etapa fue la clave del éxito y el fracaso de las corredoras. El ying y el yang. El blanco y el negro. Y la parte mala se la llevó la líder Alena Amialiusik, que sufrió una caída bastante seria, que la mandó a casa dejándola fuera del Mundial de Toscana por culpa de una rotura de clavícula. Karol-Ann Canuel (Vienne Futuroscope) se llevó la victoria parcial, mientras que Tatiana Antoshina (MCipollini Giordana), se puso líder de la general a falta de una jornada que terminaría al esprín.
Y así fue. El último día, Giorgia Bronzini fue la más rápida en la volata masiva. La general, para la rusa Antoshina, que mantuvo el maillot de líder.
Las españolas cumplieron un papel más que bueno, con Belén López (Lointek) 18.ª de la general, pese a sus dolores de espalda, de mano y de piernas. La gran sorpresa positiva fue su compañera de equipo Eider Merino, que acabó en 24.ª plaza, mejorando mucho las expectativas. Anna Sanchis, corriendo cedida en Lotto Belisol, acabó 36.ª; y la campeona de España de ciclocrós, Lucía González (Lointek), 84.ª, haciendo un trabajo de equipo magnífico para sus compañeras.