Ya le tocaba. Llevaba parada desde el Giro, con una lesión que le había afectado a la espalda. En la contrarreloj por equipos de Vårgårda ya demostró que había recuperado la forma, consiguiendo el mejor resultado de su equipo en la modalidad. Pero en la línea… volvió a ser Marianne Vos. La que es imparable, incluso pinchando en la última vuelta. La más lista, aparte de la más fuerte. Resultado: carrera y Copa del Mundo para casa.
Bajo una ligera lluvia se probaron los primeros ataques de la jornada, esta vez a cargo de dos superase: Pauline Ferrand-Prevot (Rabo-Liv/Giant) y Evelyn Stevens (Specialized-lululemon); pero un ataque de otras diez corredoras las neutralizó. En total, doce ciclistas en cabeza. Las doce eran muy peligrosas, en especial las tres de Rabo-Liv/Giant (PFP, Brand y Knetemann). Pese a ello, Marianne Vos estaba decidida a ganar la carrera, por lo que salió al ataque, a cazar, junto a la corredora local Emma Johansson (Orica-AIS).
En pleno paso por la cota, el ataque pillo desprevenidas a las esprínteres, pero aun así, Wild (Argos-Shimano) y Bronzini (Wiggle Honda) llegaron a rueda, junto al resto de favoritas para la victoria. Gunnewijk (Orica-AIS) y Knetemann fueron las encargadas de crear el grupo de cabeza definitivo, con 10 corredoras en total. En la penúltima vuelta, de nuevo Vos lanzó el ataque, al que solo llegaron Johansson, Pieters, van Dijk, Stevens y van der Breggen.
Como ya hemos dicho, a una vuelta del final pinchó Vos, pero las otras cinco tomaron la decisión de esperarla (opinen ustedes). Tras varios ataques en todas partes, en el esprín Vos fue la más inteligente, lanzando la bici en la última curva y abriendo un hueco definitivo sobre Johansson y Pieters.