José María Rodríguez Alcalá, es un corredor sevillano nacido en Carmona que a sus 19 años, se ha visto obligado a buscar acomodo en el equipo Cajamar tras la desaparición del conjunto Andalucía. Está disputando su primer año en la categoría sub23, año difícil siempre para todos los corredores que dan el paso de Junior a esta categoría. Aprovechando la disputa de la vuelta de su tierra, hemos hablado con él para evaluar su temporada y conocerle un poco más a fondo.
¿Cómo llevas tu adaptación a la categoría sub23?
Es bastante difícil, en Junior corres con ciclistas de tu edad o un año mayor o menor que tú, y ahora entras en sub 23 y te encuentras con ciclistas bastantes más mayores, de entre 19 e incluso de más de 30 años y eso se nota muchísimo. Vienes de ser uno de los «gallitos» en categorías inferiores y ahora eres uno más, pero bueno poco a poco vamos adaptándonos lo mejor posible.
¿Mentalmente cómo afecta pasar de ser un corredor con buenos resultados a ser un gregario más del equipo?
Bueno gregario siempre he sido cuando ha hecho falta en todas las categorías, pero si es verdad, como he dicho antes, que vienes de andar muy bien en junior y ahora te encuentras que eres otro más, pero sinceramente me lo esperaba que fuera así ya que siempre me habían hablado muchas personas de la dificultad de este salto de categoría.
¿Y el cambio del Andalucía al Cajamar? ¿Qué te ha llamado más la atención de tu nuevo equipo?
Pues sí, fue una pena que el Andalucía desapareciera, mi intención era continuar en el Andalucía sub-23 pero cuando nos comunicaron que éste no iba a poder salir nos tuvimos que buscar un hueco en otro equipo y lo pude encontrar en el Cajamar al cual le estoy muy agradecido por este hueco que me hicieron. En cuanto al cambio de equipo no he notado mucho cambio, todo es similar, y los compañeros son excelentes.
¿Qué objetivos te habías marcado para este año? ¿Los estas cumpliendo?
La verdad es que el objetivo que me propuse fue solo adaptarme a esta categoría lo mejor posible, aprender todo lo que pueda y terminar todas las carreras. Creo que lo he cumplido casi todo, aunque solo me quedo con la espina de no haber terminado el Campeonato de España que es en la única carrera que me he retirado este año.
Este año te ha tocado trabajar para Pablo Lechuga. ¿Qué destacarías de tu líder? ¿Qué has aprendido de él?
Pues sí, es un orgullo ayudar en lo posible a Pablo, es una persona que viene de profesionales y que ha corrido una Vuelta a España y ahora estar tan cerca de él me ilusiona mucho. De él aprendemos en todas las carreras, muchas veces nos cuenta anécdotas que le han pasado y te quedas con la copla. Esperemos que este año pueda volver a subir a profesionales que es donde debe de estar.
La selección andaluza sigue contando contigo como ya te demostró este año para el nacional. ¿Cómo fue la experiencia de Bembibre?
Eso ha sido de lo mejor de este año, cuando te llaman y te dicen que cuentan contigo para un Campeonato de España. La experiencia fue muy buena, en un Campeonato de España siempre se aprenden muchas cosas, pero me dio muchísima pena el tenerme que retirar, pero de todo se aprende.
En cuanto a la Vuelta a Sevilla, resulta que se te fue la carrera en la primera etapa, en teoría la menos dura. ¿Que falló en la primera etapa?
Bueno sí, como bien dices en la primera etapa entré en el segundo grupo a 2 minutos del primer grupo, no es que fallara nada, sino que nos mandó a tirar del pelotón el director del equipo y estuvimos unos 45 km tirando, y después a la hora de la verdad las fuerzas eran muy pocas, pero pudimos salvar la etapa bien y además con Pablo Lechuga en segunda posición. El trabajo se vio recompensado.
Aunque en la segunda etapa tuviste una buena actuación, entrando en el corte bueno, ¿Con qué sabor de boca te vas de la Vuelta a Sevilla?
Me quedo con muy buen sabor de boca. Desde el principio, sobre el km 10 de carrera, estaba en la escapada con 6 corredores más y muy buenos como son, entre alguno de ellos José Luis Roldan y Alberto Gallego y a falta de 25 km para meta fue cuando nos engancharon otros 12 corredores. Está claro que te da un poco de coraje cuando llevas tantos kms rodando con estos seis corredores a tope y te engancha otro grupo por detrás, pero el resultado fue bueno y además con una gran tercera posición de mi compañero Juan Antonio.
¿Cómo te definirías como ciclista?
Creo que soy muy luchador, me encuentro bien en las subidas, en las bajadas soy habilidoso y en el llano me defiendo bien. Las cronos es una asignatura pendiente y ya me he puesto como uno de los objetivos para el próximo año mejorar en esta especialidad, hay que ser un poco completo en todo.
¿Cuál es tu punto fuerte?
Como he dicho anteriormente creo que en la subida voy bien, aunque en el llano no voy mal.
¿A qué corredor le gustaría parecerse a José María Rodríguez?
Me gustaría seguir los pasos de mi paisano y amigo Ramírez Abeja, para mí es un referente y siempre intento aprender de él, de sus consejos y también me cuenta sus errores para que yo no los cometa.
Siendo de Sevilla tendrás difícil entrenar las subidas. ¿Por qué zona sueles entrenar esa modalidad?
Como bien dices, por aquí pocas subidas hay, casi siempre tiramos para Lora del Río y de Lora para la Puebla de los Infantes. En el tramo entre Lora y la Puebla tenemos un puertecillo de unos 4 km al que le llamamos «el sanguino» y siempre es hay donde hago las series en subida.
Y por último, siendo de Carmona tienes a Javier Ramírez Abeja y Jesús Rosendo como compañeros de grupeta. ¿Qué virtud destacarías de cada uno?
Sí, salgo todos o casi todos los días con ellos dos a entrenar, me gusta entrenar con gente que anden más que yo para subir mi nivel y es un orgullo poder entrenar con ellos. Ramírez Abeja tiene una facilidad muy grande subiendo y es muy rápido al sprint, y Rosendo me sorprende el desarrollo que va moviendo siempre, tiene mucha fuerza y parece que nunca se cansa (risas).