Repetir la gesta de 2010, eso es lo que pasa por la cabeza de Cadel Evans, primer australiano en ganar una gran vuelta. Fue allá por año 2010, uno de los más felices de toda su carrera. Corredor muy regular, nunca había conseguido la victoria en una Gran Vuelta, pese a rondarla durante mucho tiempo. Después de 6 top-10 en carreras de tres semanas, incluyendo tres podios (2007 y 2008 en el Tour y 2009 en la Vuelta a España) conseguía la que, hasta el día de hoy, es la victoria que más destaca en su ya amplio palmarés.
Para tratar de conseguir su segundo Tour, el ciclista aussie ha calcado la aproximación a la carrera para tratar de llegar con la mejor forma posible a la Grande Boucle. Comenzó su temporada en Tour de Oman, como la mayoría de los aspirantes a la victoria, donde consiguió un tercer puesto, completando un podio de lujo con Froome y Contador. Su siguiente aparición fue en Italia, donde participó en la Strade Bianche Bianche para preparar uno de los objetivos de la temporada, la Tirreno-Adriático, donde no mostró su mejor nivel y sólo puedo acabar en vigésimo segunda posición y completar el Critérium Internacional, pasando desapercibido, afinando su forma para el Giro de Italia. En la Corsa Rosa pudimos ver un Cadel Evans de más a menos, destacando en la primera y segunda semana con buenos puestos, pero que la dureza del recorrido fue mermando sus fuerzas, aunque consiguió acabar en el tercer cajón del podio final. Un calendario muy similar al de 2010, llegando incluso con menos días de competición (41días) que cuando ganó su primer Tour.
Un año más, el recorrido del Tour favorece a sus características. Puertos largos y con desniveles medios muy parejos, ideales para un escalador como él. Dos cronos duras, con subidas largas y terreno llano para imponer su mayor destreza en esta disciplina y varias etapas de media montaña, donde llegarán grupos pequeños y donde parte con ventaja sobre otros escaladores por su calidad para decidir en grupos pequeños.
Contará con un equipo muy equilibrado, aunque tal vez, un poco flojo para la montaña, donde únicamente encontrará en el americano Tejay Van Garderen un hombre de garantías para arroparle en la alta montaña. Sin embargo, presenta un equipo potente para la crono por equipos, con grandes rodadores como Philippe Gilbert, Brent Bookwalter, Manuel Quinziato o el propio Tejay Van Garderen, siendo esta etapa en la que buscará conseguir una buena renta con sus rivales.
A sus 36 años, el l Tour de 2013 se presenta, con total probabilidad, como una de las últimas oportunidades para Cadel Evans de conseguir apuntase otro Tour a su palmarés, y para ello el ciclista de Katherine llega preparado, tanto física como mentalmente para alzarse con la victoria.