Alberto Contador llega al Tour con ganas de revancha. Antiguo dominador de la carrera, con dos ediciones en el bolsillo (tres contando con la de 2010, de la que le desposeyeron tras su positivo), no está en las quinielas como máximo favorito en la ronda gala, después de muchos años como apuesta número uno. Por ello, tratará de demostrar a todo el mundo que sigue siendo el mismo y tratará de recuperar la corona que en su día ostentaba como mejor vueltómano y máximo favorito al Tour de Francia. Una corona que actualmente posee el inglés Chris Froome.
La aproximación del madrileño al Tour no invita al optimismo. Un año bastante discreto hasta el momento, en el que sólo ha conseguido una victoria, en el Tour de San Luís en Argentina, allá por el mes de Enero y donde consiguió un decepcionante cuarto puesto en la general, superado por hombres como Alex Díniz o Daniel Díaz, de nivel muy inferior al madrileño. Un segundo puesto en la general del Tour de Oman, sólo superado por un excelente Chris Froome, mostrando una gran forma, es su mejor resultado de la temporada, donde también encontramos un cuarto puesto en la general de la Itzulia o un podio en la Klasika de Amorebieta completando una buena semana en territorio vasco. Su última aparición esta temporada se remonta a principios de este mes donde, trabajando de gregario para su compañero Michael Rogers, consiguió un décimo puesto en la general, pasando bastante desapercibido, salvo en la llegada en alto a Valmorel, consiguiendo un segundo puesto.
A diferencia de otros años, Saxo-Bank presenta un equipazo para arropar a Alberto y ayudarle en todas las etapas. Hombres como Roman Kreuziger, Michael Rogers o Nicolas Roche, hombres que en prácticamente la mayoría de los equipos que se presentan al Tour serían los líderes para asaltar a la general, y que en este caso trabajarán a bloque en favor de Contador. Todo un lujo para un corredor que muchas veces se ha visto obligado a competir en inferioridad contra sus rivales por la diferencia en los equipos. Por ello, debemos suponer, que en caso de necesidad, Alberto dispondrá de equipo para controlar la carrera y arroparle en los momento más delicados y darle un plus en su lucha por la general del Tour que otras veces no tenía.
Podemos afirmar que Alberto Contador llega al Tour de esta temporada con un objetivo muy claro, dar un golpe en la mesa y demostrar que sigue siendo el mismo de antes de la sanción. Un corredor al que sus rivales temían en la alta montaña, capaz de dominar de principio a fin los puertos más duros del ciclismo y de rematarlos con su soltura sobre la cabra, a diferencia de la mayoría de ellos. Tiene un equipazo a su disposición y las ganas de recuperar una corona que hasta hace poco nadie era capaz de discutírsela, ¿será suficiente?